Pina lanza un órdago al Ayuntamiento de Murcia

La eterna petición de Pina, firmar un convenio urbanístico con el Ayuntamiento de Murcia con el que lograr instalaciones deportivas a coste cero a partir de jugosas plusvalías inmobiliarias, se acerca a un abrupto desenlace. O al menos eso es lo que se intuye después de las declaraciones del pope rojillo en Onda Cero en las que afirmó "asumir que si las autoridades políticas locales no responden, podría llevarme el equipo a otras ciudades en las que las instituciones sí estarían dispuestas a apoyar desinteresadamente".

Un órdago en toda regla al que desde el Consistorio respondió en AS el Teniente de Alcalde, Miguel Cascales: "No hago valoraciones y lo único que digo es que seguimos esperando que Quique Pina se pase, tal y como él nos avanzó, durante este mes para comentarnos sus avances". Una respuesta política y diplomática que podría mutar en cuestión de horas ya que según informaciones que maneja AS, en el Ayuntamiento de Murcia no han gustado nada las últimas manifestaciones del dueño del Ciudad.

Con las elecciones municipales a ocho meses vista todo podría ocurrir, pero en contra de Pina juegan el tiempo, las deudas que el club lleva aplazando y soportando con Seguridad Social y Hacienda, entre otros, y la escasa movilización popular. A favor, el cambio de normativa de la LFP que permite vender la plaza y 'trasplantar' un club en otra ciudad.

El precedente de Samper y NC, obsesiones del dueño del 'City'

Cuando Jesús Samper abrió la espita y vinculó la supervivencia económica del Real Murcia al proyecto Nueva Condomina enseñó el camino a otros muchos. Desde entonces, raro es el proyecto deportivo que no se sustenta en una operación a varias bandas en las que la especulación inmobiliaria está presente. Tanto ha calado el modelo Samper (Florentino lo corrigió, multiplicó, aumentó y dio difusión internacional con la Ciudad Deportiva) que para Quique Pina se ha convertido en una obsesión... y en el fin que justificara su arriesgada apuesta. Conseguir del Ayuntamiento un trato similar al otorgado al presidente del centenario Real Murcia con el que tapar los numerosos agujeros negros que el club rojillo es incapaz de soportar, es su pelea y a ella acude con regularidad. Lo que sucede ahora es que de la petición, del exhorto, ha pasado a la amenaza con vender la plaza del 'City' si no le ayudan.