Tomás Tocino
"Sólo he ido una vez al fútbol, recuerdo que jugaba Del Sol"
¿Qué recuerdos le quedan de su infancia, de los primeros años del Dinámico que fundó su padre?
Recuerdo que era una época muy difícil, la vida actual no guarda ninguna semejanza con la de entonces. La gente en aquellos se exiliaba a Brasil, aún no había llegado la época de irse a Alemania o Suiza. Mi padre y sus compañeros tenían que trabajar más de 12 horas diarias. La imprenta se montó en una antigua fábrica de persianas en una zona industrial a las afueras de Zaragoza que hoy en día se ha convertido en una importante zona de servicios semi-céntrica.
¿Cómo le inculcó su pasión por este trabajo?
Me vino de forma natural, nuestra familia siempre se ha dedicado a este mundo. Mi abuelo fue linotipista y después mi padre y mi tío siguieron su senda en las artes gráficas. Mi padre trabajó en el Faro de Vigo antes de crear la imprenta en Zaragoza y mi tío se dedicó a la linotipia y a la estereotipia.
¿Por qué se le ocurrió a su padre crear el Dinámico?
Por entonces todas las imprentas del país lanzaban un calendario de fútbol en el mes de agosto, de ahí que él y su socio decidieran emprender ese proyecto en su imprenta. Así nació el Dinámico, después se fueron incluyendo los estadios, las fotos, etc.
Dada ingente cantidad de datos utilizada, ¿alguna vez han tenido reclamaciones de algún cliente por errores?
Sí. Recuerdo, por ejemplo, que una vez recibimos una carta de un señor quejándose y corrigiéndonos por unos datos. Y recuerdo que la peña de un jugador nos escribió en cierta ocasión advirtiendo de que su ídolo había logrado el trofeo Pichichi y lo habíamos equivocado. En lo que se refiere a la censura, nunca tuvimos ningún tipo de problema durante el Régimen, puesto que solamente incluimos datos, nada de opinión. Es más, a lo largo de nuestra historia hemos recibido felicitaciones de su Excelencia y de la Casa del Rey, así como de diversos periódicos.
¿Qué recuerda del fútbol de aquella época en la que nació el Dinámico, de los años 50?
Le va a resultar ciertamente paradójico a la gente, pero no soy un gran seguidor del fútbol y sólo he ido una vez en mi vida a un estadio. De lo que sí me acuerdo es de que jugaba Del Sol, fue una delicia verle jugar. En realidad, tampoco soy la única excepción. Conozco a muchos clientes del Dinámico y estadistas que ha colaborado conmigo que ni han ido al fútbol jamás ni les gusta. Son meros amantes de los datos.
¿Rescataría alguna anécdota concreta sobre la vida del Dinámico? ¿Se ha encontrado con clientes muy extraños?
Creo que lo más sorprendente, además de las llamadas o las cartas de gente corrigiendo datos, ha sido la larga fidelidad de un cliente australiano. Nos escribe desde Australia todos los años desde la década de los 50 solicitándonos el ejemplar. Recuerdo que eran más costosos los gastos de envío que el propio ejemplar. Además, era un lío cambiar los dólares en el banco.