Primera | Real Madrid
Las exigencias del Inter zanjaron la venta de Ronie
Intentaron una cesión por un año y ponerle precio después
El Inter de Milán intentó la contratación de Ronaldo hasta el último momento y sólo se rindió a las siete de la tarde de ayer, hora en la que se cerró el plazo en la FIGC (Federación Italiana de Fútbol) para la inscripción de jugadores (adelantándose en cinco horas al plazo estipulado en España).
El club neroazzurro contraatacó en el último instante con un plan que al Real Madrid le pareció muy exigente, además de desproporcionado: un trueque Ronaldo-Adriano por una temporada en la que ambos llegarían a sus nuevos clubes como cedidos (como han hecho Reyes y Baptista) y sin opción de compra.
Pero no fue sólo eso. El Inter no puso precio a Ronaldo en ningún momento de la negociación y pretendió que fuese al final de la temporada cuando se tasara a los dos delanteros, atendiendo a su rendimiento esta campaña. El Madrid no pasó por el aro por motivos obvios: el temor a que Adriano, por su proyección y juventud (24 años) se revalorizase jugando en el Bernabéu mientras que Ronaldo (29 primaveras) se devaluara en Milán en un Inter en el que ya militó de 1997 a 2002 y del que salió por la puerta de atrás al no contar para Héctor Cúper.
Hoy tocará balón.
Al margen de las negociaciones, Ronaldo acudió ayer a Valdebebas para continuar con un plan personalizado de recuperación que sigue desde el 31 de julio, quince días después de haber sido operado de unas calcificaciones en su rodilla izquierda.
Tras machacarse en el gimnasio, el delantero brasileño saltó al césped, acompañado del recuperador, José Luis San Martín, para ver el partido que sus compañeros jugaron ante el Juvenil A. Mientras, mantenía una bolsa de hielo sobre su rodilla maltrecha. La mejoría de Ronaldo es evidente y el delantero dará un nuevo paso para volver pronto a los terrenos de juego: tocará balón.