Amistoso | Getafe 0 - Atlético de Madrid 0
Petrov iba con el Getafe
Leo salvó al Atleti tras la roja al búlgaro. Jurado, bien
Hay obras de una enorme complejidad que fracasan miserablemente por un solo error. Un deportivo sin frenos. Un edificio con cimientos frágiles. Cualquier película con perros y niños. Y Petrov. El búlgaro lo tiene todo para ser un futbolista determinante: una magnífica pierna izquierda, velocidad, desborde y disparo. Pero a nadie se le ocurrió ponerle cabeza. Un detallito. Lo justo para transformarle de tremendamente desequilibrante en ligeramente desequilibrado. Y en su peor enemigo.
Ayer, cuando por primera vez en la pretemporada el Atlético estaba jugando bien al fútbol, Belenguer le dio un manotazo en la cara y Petrov respondió con una patadita. Turienzo, conciliador, le sacó la amarilla y el rojiblanco le insultó porque él lo vale. A la calle. Y tras el partido, recadito de Aguirre ("No podemos permitir esa conducta"). He visto trabajos veraniegos con más proyección y seguridad que el del búlgaro en estos momentos.
Buen inicio.
Hasta ese absurdo minuto 26, el Atlético funcionaba como la seda y rozó el gol en varias ocasiones claras. Maxi mostraba su mejor versión, apareciendo por todas partes; Mista bajaba a enlazar con el centro del campo, dando ese juego entre líneas que tan poco muestran los de Aguirre y Agüero, al verse tan bien rodeado, encaraba una y otra vez a Alexis. Éste fue el duelo del partido, porque el Kun es un demonio en carrera, pero ayer se topó con un central sensacional, llamado a ser internacional absoluto en breve. El Getafe ha vuelto a ser el más listo de Primera birlándoselo a los grandes.
Mientras Alexis sostenía al Getafe, sus compañeros no mantenían el nivel y asomaron los fantasmas de los ausentes Pernía, Rivas y Riki. Pero tras la expulsión (con el viento de cara, eso sí), los de Schuster nos recordaron que mientras el alemán esté en el banquillo se merecen una amplia confianza. Casquero (otro buen fichaje) tomó el mando, con Redondo, Albín y Güiza ganándole la espalda a la defensa una y otra vez. Sólo el supersónico Perea, que ha recuperado su mejor nivel, evitó el gol antes del descanso.
Tras la pausa, el Atleti desapareció para no volver. Pero siempre le quedará Leo Franco, que le sacó un mano a mano imposible a Güiza y frustró en varias ocasiones a Paunovic. Y otro gallifante para el Getafe por contratar a Licht, un estupendo lateral izquierdo que puede hacer olvidar a Pernía realmente pronto.
Entre tantas tinieblas, Aguirre recibió una noticia luminosa: Jurado. El chaval debutó en la banda derecha y, aunque pagó que su equipo no olía el balón, se las ingenió para hacer la jugada del partido (gran control, cañito y disparo alto) y demostrar que a balón parado la pone de cine. El Vasco debió tomar nota. Sobre todo ahora que Petrov puede haber dejado una vacante en el once