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Trofeo Carranza | R. Madrid 3 - Betis 3

Capello encaja tres goles

Al Madrid no le salvó ni su larga plantilla ni su capacidad goleadora, fuera de toda duda. Los tres tantos concedidos seguro que molestan al técnico italiano. No está en su libreto. Robinho, que salió en la segunda parte, no repitió la exhibición soñada.

Iván Castelló
<b>DESTACADO.</b> Van Nistelrooy completó un buen encuentro y marcó el primer gol.
DESTACADO. Van Nistelrooy completó un buen encuentro y marcó el primer gol.Reuters

Primer tiempo bizarro, con idas y vueltas en el mando del juego. Empezó el Madrid, le sobrepasó el Betis y vuelco final, con polémica por el penalti de Romero que no fue (mano involuntaria). Y de encuentro de pretemporada, nada de nada.

Tensión (a los 2 minutos ya se había llevado un serio viaje Cassano de Marcos Assunçao), tres amarillas y protestas contínuas a un pésimo Ramírez Domínguez. El Betis se adelantó por la falta de orden del Madrid en un repliegue tras protestar una posible mano en el área. Perfecta contra, Edu que habilita al desmarcado Dani y gol por encima de la salida de Casillas (8').

Parecía volver el Madrid a las catacumbas recientes. La pájara aún le duró y sólo despertó en cuanto Emerson comenzó a jugar. Había estado ido, como Beckham (sólo salvado por algún pase de rosca) y menos el joven Javi García, que tiene pinta de jugador de presente más que de futuro, ese que es oscuro para él en forma de la inminente llegada de Diarrá.

Bien Salgado por la banda derecha, desde donde centró a Van Nistelrooy, que cabeceó fuera (12'), y de nuevo notable Cassano, rehabilitado por Capello para el fútbol. Su centro esta vez fue a Raúl. Sacó Doblas (14'). Por los béticos, sólo Joaquín (quizás en su penúltimo encuentro de verde y que pudo batir a Iker de tiro cruzado a los 17 minutos) y Maldonado mantuvieron el ritmo de un equipo al que la presión madridista fue achantando.

De esta manera, el final del primer periodo fue más blanco que la leche. Ya hasta Roberto Carlos se había sumado por la izquierda al acoso sobre Doblas. Llegó el penalti inventado (43'), que transformó con seguridad Van Nistelrooy, y el segundo gol, impecable (46'+). Pared entre el holandés y Cassano, cuyo centro lo rebañó Raúl, que jugó muy atrás aunque aún le quedan arrestos para alcanzar la línea de gol enemiga.

Carrusel

En la segunda parte, carrusel de cambios por parte de Capello. Adentro de salida Woodgate (por Salgado y Ramos al lateral), Cicinho (Javi García, Becks al mediocentro), Baptista (Raúl) y Robinho (Cassano). Ni más ni menos:

la ventaja de contar con una plantilla amplia y de calidad, la que le tiene que dar la cara ante el poderoso Barça en este cambio de ciclo vivido en el fútbol patrio.

Le costó dominar al Madrid, porque su presencia no fue apabulladora. En otro despiste generalizado y que duró un buen rato, el Betis se hizo con el encuentro hasta empatar. Y liderado por Joaquín, al que casi saca del campo Woodgate en una entrada de amarilla.

El 2-2 fue en un balón colgado que se tragó la zaga blanca. Joaquín (en probable fuera de juego) cabeceó picado hacia el área pequeña y Dani, el travieso, igualó para el esforzado grupo de Irureta. Con el 2-2, el encuentro palideció. Normal a estas alturas de temporada. Y de los penaltis estuvo a punto de librarse el Madrid por el primer gol de Cannavaro, su brillante campeón del mundo. Empalmó a los 76' un rechace con estilo de medio 'fantasista'.

Las sustituciones finales rompieron el ritmo al duelo, aunque una última jugada permitió al Betis forzar la lotería del desempate. Pelota hacia Edu, juego peligroso (a lo sumo) de Helguera y Ramírez Domínguez, quizás con la conciencia intranquila por lo del primer tiempo, que le dio al propio brasileño la opción de equilibrar el choque con una pena máxima lanzada con colocación.

En los penaltis todos acertaron hasta el error decisivo, el de Roberto Carlos. Su cañonazo centrado lo atajó Doblas.