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Félix Sarriugarte

"Hay que ver qué Athletic queremos y buscar una inflexión"

Félix Sarriugarte (Zaldibar, 1964) es la esperanza del Athletic para escapar del caos. El ex león, muy querido en Oviedo, pone los puntos sobre la íes. Por algo es periodista.

Félix Sarriugarte

Enhorabuena por su designación como técnico del Athletic. De usted destacan que ha sido siempre muy observador. ¿Qué le parece todo el meneo de los últimos días?

Es cierto que ha habido muchas emociones fuertes. Desde mi perspectiva, hay que tener capacidad para abstraerse de lo que no depende de nosotros, de lo que no sean aspectos deportivos.

¿Reconoce que es una postura valiente colocar a Sarriugarte después de que fracasase Mendilibar, un técnico de la casa, y con Clemente en la tribuna?

Creo que la apuesta por nosotros es la apuesta por un tipo de funcionamiento. Queremos tener comunicación desde arriba hasta abajo, optimizar el rendimiento de Lezama. Esto es clave en un club tan dependiente de la cantera.

¿Por qué habla tanto en plural? ¡Es el entrenador del Athletic!

Formo parte de un proyecto que mira a la base. Es la idea principal, aunque la necesidad del mundo profesional pide una inmediatez, unos resultados. Hay que trabajar pendiente del futuro, con una perspectiva mayor. Sé lo que es el fútbol del día a día.

Dijo en su presentación que quería un Athletic moderno. ¿Eran antiguos los métodos de Clemente?

No voy a entrar a valorar a Clemente, me merece todo el respeto. Me refiero a metodología de entrenamientos, a medios audiovisuales. Pienso personalmente que siempre hay que estar innovando, progresando. Hay que ver qué Athletic queremos y buscar una inflexión. Mi preocupación es que haya un entendimiento mutuo entre los jugadores, que entiendan la forma de trabajo y la exigencia. Hay que instalar una cultura de alta exigencia diaria, crear un equipo competitivo.

¡Y campeón!

Está claro.

¿Qué veremos sobre el verde?

Mi labor es facilitar y potenciar las virtudes de los jugadores, hacérselo más fácil al futbolista. El sistema no es innegociable, no hay estructuras que te hagan ganar, no hay un patrón básico. Hay que sacar lo mejor del futbolista, aunque soy más de aspectos colectivos que de jugadores importantes.

¿Habló con Guerrero antes de que decidiese dejar el fútbol?

No. Y tampoco después de que anunciase su despedida. Estuve allí, pero lo más correcto, viendo lo duro que fue el trago para él, era que ese momento fuera para su entorno y la familia.

¿Qué supone para un ex león la figura de Julen?

Ha encarnado todos los valores de este club, cuando jugaba y no. Creo que aportará muchas cosas como técnico y le deseo de corazón que haga el tránsito de la mejor forma posible.

La imagen fue tremenda. Estaba completamente derrotado y no pudo aguantar la emoción.

No le vi derrotado, sino superado. Julen es una persona que medita mucho las cosas. El momento le pesó.

¡Quién le iba a decir a usted que cuando dejó Lezama hace tres años, le confiarían el banquillo de San Mamés!

Me fui porque el cargo de entrenador es para tener confianza. Necesitaba un entorno adecuado para hacer y deshacer. Entendía que no había esas circunstancias. Ahora tengo esa confianza y un grupo de trabajo de alto nivel.

En Bilbao cunde el pesimismo, pero el Athletic ha peleado cuatro de las cinco últimas campañas por Europa.

Comparto esa reflexión. La realidad de este equipo no es la que reflejó la clasificación esta temporada. Eso sí, hay que intentar aprovechar las conclusiones de este mal año. Hay que dar inicio a un ciclo ascendente, construir unos cimientos sólidos para que lo de la anterior campaña sea una excepción.

Fue durante ocho años delantero en Primera entre Athletic y Oviedo. ¿Lo suyo era el gol y la entrega?

(Risas) No lo sé. Me gustaba entender el juego, coordinarme con mis compañeros. Pero la entrega nunca debe faltar, ¿no?

Eso creo, pero a veces se queda en el vestuario. Me ha dicho un pajarito, más bien un tipo que le quiere bien, que de niño metió 103 goles en una temporada en la Cultural de Durango. ¡Iba para crack! ¿Qué pasó?

Bueno, pero eso fue en infantiles. Era un chaval, todo era más fácil. El fútbol crece en exigencia cuando vas subiendo categorías. No sé si podía haber sido un jugador más importante, pero a los 18 años tuve una operación de pubis que incidió en mi trayectoria. Me di cuenta de que en el fútbol hay muchos aspectos por mejorar, el anímico, el psicológico.

Como no pudo ser profeta en su tierra, se fue al paraíso de la sidra, a Asturias. Triunfó en el Oviedo y encontró un amigo, Eugenio Prieto.

Llegó un momento, con Kendall, en que tuvieron que elegir y le tocó a otro. El fútbol no se acaba en el Athletic, por mucho que sea el mejor equipo del mundo. Aprendí mucho de aquella experiencia. Nunca veo las cosas como un paso atrás. Eugenio Prieto es un hombre que se hace querer, tenía un tratamiento paternal. Aparece cuando le necesitas.

Hay quien dice: ¡Ojalá nos salga otro Valverde!

Es innegable que existe un paralelismo con Ernesto porque los dos ascendimos del filial, pero creo que aquello fue apostar más por un nombre que ahora. Llevó al Athletic a Europa y yo lo considero un éxito.

¿Qué equipo le gustó en el Mundial?

El campeón, desde luego, Francia... Pero Argentina y Alemania han sido los más fieles a su estilo.

Desde cuartos no hubo más que miedo a perder.

Los detalles cada vez deciden mucho más. Para mí, lo más importante en el fútbol son los resultados, lo tengo claro. Aunque si ganas jugando bien, mucho mejor.

Iraola, Yeste, Llorente, Aduriz... Tiene futbolistas para jugar bien.

Tengo en la plantilla jugadores de todo tipo, para manejar alternativas. Polivalentes, para jugar de una manera u otra. Este es un equipo con riquezas tácticas.

Presénteme a la gran ilusión: Javi Martínez.

Es un jugador conocido para nosotros, con presente y con futuro. Va a aportar cosas positivas, aunque con un margen de mejora muy amplio. El Athletic es el equipo que mejores posibilidades de desarrollo le ofrece. Yo le veo como pivote, es un centrocampista que necesitamos ver cómo madura con el balón, para ver si puede jugar más adelantado... Es un futbolista de largo aliento. No obstante, quiero ser muy cuidadoso. No podemos olvidar que tiene 17 años.

No sé por qué, pero me da que le va a sacar chispas a un chaval que se llama Garmendia, que está con usted desde juveniles.

No particularizaré, aunque no tengo dudas en reivindicar lo de casa. No es de ahora la apuesta por la cantera, permite que nuestro modelo esté vigente.

¿Quién es el jugador del fútbol español que más le impresiona?

Yo valoro la trayectoria de los jugadores, a la gente honrada, sencilla y responsable.

Aquí va la típica pregunta, la que mete en líos. ¿Cuál es el objetivo para esta temporada?

Todavía no se ha marcado ningún objetivo. Habrá que hacerlo después de la pretemporada. Busco entrar en un ciclo ascendente. No hay que olvidar la pasada campaña.

Lo digo yo. El Athletic peleará por Europa esta temporada. ¿Vale como título para esta entrevista? Usted es periodista.

Siga, siga.

Ya que ha sido colega nuestro analizando al Athletic. ¿Cómo se ve al club desde la prensa?

La prensa de Bilbao tiene cariño al club, intenta ayudar, aunque a veces no sea así.