Víctor Fernández tuvo ayer el primer contacto directo con su plantilla en La Romareda, en una mañana de nuevas caras (Sergio, Juanfran y D'Alessandro), reencuentro de los que ya se conocían y presentaciones más o menos oficiales de Eduardo Bandrés. El nuevo Zaragoza es nuevo de verdad: estrena propietario (Agapito Iglesias), presidente (Bandrés), entrenador (Víctor Fernández) y tres futbolistas (Sergio, Juanfran y D'Alessandro), más Longás y Chus Herrero, del filial. Pero Víctor dejó claro que la plantilla sigue en construcción: "Ya me esperaba que no estuviese completa, no hay problema. Nos faltan un mínimo de dos y un máximo de cuatro jugadores", especificó el entrenador.
El mercado avanza despacio, más en un año con Copa del Mundo. Hay dos fichajes más seguros y alguna posibilidad pendiente de estudio. Víctor lo dijo ayer en el estreno de la pretemporada: "Buscamos un jugador más en la línea defensiva, otro creativo en el medio campo... y tengo que ver el tema de la portería para a partir de ahí decidir". Víctor cuenta en esa plaza con César, Miguel y el apoyo de Zaparain, y quiere hacerse una idea en primera person: "Sólo conozco en directo, de haberlo visto, a César. Los informes de todos son buenos de todos, pero hay que ver qué pasa porque en este asunto no nos podemos equivocar. Tenemos tiempo, así que no es algo que me quite el sueño", contemporizó.
Alternativas.
En el resto de las líneas, las candidaturas de Aimar, Diogo y Barnetta parecen claras. El argentino aún compone el gran objetivo, y Víctor no lo descartó todavía: "Aimar no está descartado totalmente. Hay dificultades, eso sí, y por eso manejamos dos o tres alternativas en función de las posibilidades económicas". El Zaragoza busca un crack que tire del público zaragocista y eleve la estatura global del grupo, pero hay condiciones: "Aimar nos interesa, claro, pero no podemos hipotecar la plantilla a un solo jugador. Las opciones que tenemos para relevarlo son buenas. Seguimos con todos los frentes abiertos y el que venga va a ser un jugador que ilusione, seguro".
Que ilusione y que rinda, porque el Zaragoza necesita apoyos y argumentos para su campaña de recuperación de las ambiciones. Europa, el gran objetivo de este año, volvió a sonar: "Tenemos que ser exigentes y ambiciosos, pero sin perder el contacto con la realidad. Nuestra meta consiste en estar más cerca de los equipos que luchan por Europa. Eso no debe suponer una presión, sino un estímulo. Estamos intentando elevar el nivel".
Víctor quiere cincelar un Zaragoza "que gobierne más los partidos. Eso nos permitirá hacernos fuertes en casa y someter al rival a nuestros movimientos. Y fuera, aprovechar las virtudes que tenemos: este equipo tiene un contraataque fulminante. De ahí la llegada de D'Alessandro y los cambios que busco en los laterales".
