La directiva destituirá hoy a Javier Clemente

Javier Clemente dejará esta noche de ser entrenador del Athletic. Eso es lo que gran parte de la directiva deseaba ayer sin ánimo de echarse atrás. Hay contadas discrepancias. Sus durísimas declaraciones en Benasque han provocado un terremoto en la junta, que tiene decidido apartarle hoy mismo de su puesto en una reunión extraordinaria convocada para las seis en Ibaigane. Fernando Lamikiz se viene del Alemania interrumpiendo su periplo en el Mundial, donde ha presenciado las dos semifinales, y escuchará esta mañana en su integridad los 42 minutos de la polémica rueda de prensa del de Barakaldo, en los que cargó contra la política de fichajes del club y gravemente contra algún medio.

Se da la circunstancia de que el presidente ya había advertido a Clemente antes de hacer efectiva la opción de renovarle un año, ante su mano derecha Eukeni Olabarria, que debería cambiar de actitud en sus comparecencias públicas. A la primera de cambio, caso omiso. Más grave es que horas antes de que El Rubio se desplazase a Llanos del Hospital, mantuviese una conversación con Lamikiz en la que, al parecer, bendijo las cuatro incorporaciones, algo que se calló ante la prensa. Clemente armó un lío gordo cuando en el club se trataba de ilusionar a la afición con Javi Martínez y ahora lo pagará muy caro, a pesar de que aún tenga algún partidario, minoritario, en la junta. Mucha gente que forzó la máquina para que el presidente, muy dudoso de su capacidad, le permitiese seguir esta temporada. No es descartable que, se tome la decisión que se tome, se produzca alguna dimisión.

El caso es que el Athletic tenía prevista una junta ordinaria para el martes, al día siguiente de la presentación del equipo y Lamikiz corrió ayer para adelantarla. Hizo llamar a toda su gente para hacerla partícipe de la reunión y pidió la delegación del voto sobre la continuidad de Clemente a quien no pueda asistir a la cita. Lo lógico es que el nuevo entrenador, si como está previsto cae El Rubio, se ponga de largo con el equipo el lunes.

"Estoy hasta el gorro". Lamikiz sigue sin soltar palabra, pero aún así ha mantenido conversaciones con varios de sus directivos y gente del entorno del club. "Estoy hasta el gorro", ha dicho a una persona en las últimas horas. Con la prensa, no quiere entrar en precisiones. Lógico. El técnico, a quien Lamikiz no llamó por teléfono como tenía previsto en un claro síntoma de que ya tiene datos como para pensar en destituirle, le ha defraudado y los directivos no perdonarán este despecho en una cita de Benasque en la que se trataba de fomentar la convivencia de grupo.

Varios futbolistas de la plantilla intercambiaron ayer información sobre la situación y daban por hecho, por sus contactos con gente del club, que Clemente no va a ser su técnico esta temporada. Habrá que comprobar si la junta directiva no se echa para atrás, si no le atenaza el pánico en la decisión. El Athletic necesita calma y no la encuentra ni poniendo caras nuevas sobre el verde.

El argumento que manejan algunos directivos es que si a las primeras de cambio, sin haber comenzado la temporada, Javi ya ha roto las hostilidades, qué será cuando empiece el baile. Además, ayer mismo se atrevió a decir que sus declaraciones han sido interpretadas con "malicia" por la Prensa. Quizás hubiese que transmitirlas en su integridad hacia fuera en la megafonía de Ibaigane o San Mamés para que la gente se dé cuenta de que los periodistas no son los que provocan los incendios, sino sus continuos desatinos, sus muestras de que está por encima de la institución. Hace de presidente.