Clemente quería fichar a Raúl García, Gorka y Ocio

Clemente va por libre. No quedan dudas. Importa menos que en concentraciones ligueras no haya comido en la mesa de los jugadores o que llegase a Benasque en su coche, por mucho que tenga idea de irse antes que ellos de allí. Sus primeras declaraciones de pretemporada demuestran que está en otra galaxia. Es alucinante que siete horas después de que su presidente pusiese de largo en San Mamés a su cuarto y más esperanzador fichaje, Javi Martínez, no apelase al optimismo. Sus palabras pueden deberse bien por un mal de altura en la víspera de subir al Aneto o porque, ahora que ya está reafirmado como dueño del proyecto deportivo, mira a los demás, Lamikiz incluido, desde arriba. Hay otra lectura, que no supiese medir su discurso. Quizás por ello, antes del Alemania-Italia, reunió a los leones durante más de media hora.

Todo sigue igual tras las vacaciones. La única diferencia es que se hablaba de ilusión, de proyecto nuevo. De los refuerzos de Lamikiz sólo uno, Gabilondo, estaba en la lista de 'El Rubio'. Por lo que se ve, le ha sentado mal que no hayan llegado Raúl García, Ocio e Iraizoz. Sus peticiones. El club lo intentó con fe, pero sin éxito con los dos primeros. Del interés por el tercero habló él por televisión. Renovó por el Espanyol. Anoche, Lamikiz, al que amargó el viaje a Alemania, le pidió explicaciones por teléfono. Con AS fue muy parco en palabras: "Como si no hubiese pasado nada".

Un sueño de 80 millones

El entorno del Athletic, directiva incluida, no daba crédito a las declaraciones de Javier Clemente en las que se quejaba de los fichajes que está haciendo Fernando Lamikiz y aseguraba que no son los que él había pedido, a excepción del de Gabilondo. La comidilla ayer en Bilbao era conocer qué plantilla quería el técnico para, según sus palabras, "devolver la ilusión a San Mamés, para dar chispilla". Crucen apuestas, se puede fichar a Iraizoz, Del Horno, Xabi Alonso, Xabi Prieto, Raúl García, Aitor Ocio, Javier Flaño, Mikel Arteta, Patxi Puñal... ¿Se lograría con 80 millones de euros?