10.000 granotas hicieron que Valencia fuera granota

Segunda | Levante

10.000 granotas hicieron que Valencia fuera granota

10.000 granotas hicieron que Valencia fuera granota

eduardo gonzález

Tras el parón del lunes, ayer se retomaron las celebraciones por el ascenso y la afición granota respondió a la llamada, demostrando que tenía ganas de fiesta y de agradecerle a sus jugadores el logro de haber vuelto a Primera. Miles de ellos tomaron el centro de la ciudad durante horas.

El levantinismo tomó ayer las calles de Valencia y los más de 10.000 granotas que arroparon a los suyos hicieron que la fiesta que se vivió sea de las que se vaya a recordar durante muchos años. Toda la hinchada azulgrana acompañó a la comitiva desde la salida del Ciutat de València hasta el colofón final en el balcón del Ayuntamiento y fue allí, junto a la casa consistorial, donde más jolgorio se organizó y donde la alegría por el ascenso a Primera se desbordó, como ya sucediera hace dos años.

El primer levantinista en asomarse al balcón, desatando la locura de los suyos que aguardaban pacientes abajo y que incluso se mojaron un poco por la lluvia caída, fue el capitán Iñaki Descarga, santo y seña de la hinchada. El defensor, ya sin voz, inició los cánticos que los miles de granotas secundaron todos a una. Allí retumbó el "Som, som, som de Primera División", el "A Primera oé, a Primera, oé..." y, como no podía ser de otra manera, la referencia al otro equipo de la ciudad al grito de "es un xoto el que no bote...", que los jugadores corearon mientras saltaban al unísono.

El siguiente en tomar la palabra ante la enfervorecida afición fue Pedro Villarroel, que esta vez sí pudo acabar sus frases y que no dudó en asegurar que "nunca más volveremos a Segunda, lo que haremos será subir al filial". No sólo eso, el máximo mandatario se comprometió a hacer "un equipo que nos de tranquilidad" y pidió a toda su gente "que esté con nosotros en el próximo proyecto porque esta afición es muy importante. Os doy las gracias porque este año vuestro apoyo ha sido importantísimo".

La que no quiso hablar para los seguidores azulgranas, pero sí lució la bufanda, fue la alcaldesa Rita Barberá, pero nada pudo empañar una noche histórica en la que el levantinismo se echó a la calle para festejar su ascenso.