Se prepara algo muy gordo para el partido de octavos del sábado 24, a las 17:00 horas, o el domingo 25 a la misma hora, dependiendo de si Ecuador acaba primera o segunda de grupo. La fiesta que se celebró en Madrid en el Palacio de Vistalegre, por iniciativa del periódico Latino y donde se reunieron 7.000 personas, tiene pinta de ser un aperitivo. "Estamos barajando varias opciones para reunir el mayor número posible de seguidores de la Tricolor para el partido de octavos de final. Por lo tanto, los lugares más idóneos podrían ser un campo de fútbol o un centro cultural", adelanta Max Íñiguez, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos en España.

Pero lo que en un principio comenzó siendo una iniciativa de Madrid se ha extendido a otras ciudades como Barcelona y Murcia. "Son ciudades con una gran población ecuatoriana y estamos viendo buena predisposición de los gobiernos locales", añadió Íñiguez.

Quien no podrá sumarse a ninguna fiesta multitudinaria será el atleta de origen ecuatoriano y nacionalizado español, Jackson Quiñónez, récord de España de 60 metros vallas.

"Soy español, pero el Mundial lo estoy viviendo como un ecuatoriano más. Esto es como si un español es de Brasil. La pena es que aquí, en Lleida, no conozco a ningún ecuatoriano y veo los partidos con mis compañeros o con amigos de Costa Rica. El otro día sufrieron un poco. Lo bueno es que al ser español disfruto doble en este Mundial: con España y con Ecuador", aclaró Jackson Quiñónez.