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Segunda División | Última Jornada

El Levante vuelve a Primera

Los valencianos sellaron el ascenso a Primera desde el momento en que pisaron el campo, ya que su rival nunca amenazó seriamente la portería defendida por Cavallero. Lorca y Ciudad de Murcia tendrán que esperar, al menos, otro año.

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<b>ENTRA EN LA HISTORIA.</b> El levantinista Riga será recordado como el jugador que marcó el gol que aseguraba el ascenso.
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La última jornada de la Segunda División llegaba con casi todo decidido, los cuatro descendidos (R. de Ferrol, Lleida, Málaga B y Éibar) eran conocidos desde la jornada anterior, y dos de las tres plazas de ascenso se habían decidido incluso antes. Lo que quedaba por dilucidar era quién se encargaría de acompañar a Gimnàstic de Tarragona y Recreativo de Huelva en su regreso a Primera División.

El principal candidato era el Levante (que jugaba en Lleida), otro ex de la máxima categoría, y quienes amenazaban con dar al traste con su sueño eran dos aspirantes a debutar en la "Liga de las Estrellas", Lorca y Ciudad de Murcia (que se enfrentaban a Poli Ejido y Nástic respectivamente). Por supuesto, todos los partidos se encontraban bajo la sospecha de pequeños incentivos transportados en maletines, como todos los años. La tarde de transistores se transladaba si remedio al mediterráneo español.

Las emociones fuertes se hicieron esperar, y fue el Levante el que comenzó a decantar la balanza a su favor, aunque lo había hecho desde que saltó al campo, ya que el empate le servía. Un gol de Riga en el minuto 43 (gran regalito de la defensa), hacía que los aficionados de los equipos murcianos se frotaran los ojos, comenzando a despertar de un sueño al que parecía que le iba a faltar el final feliz. El resto de marcadores no se movía. La tarde se iba tiñendo de granota.

Tras el gol, sólo quedaba esperar

La segunda parte no prometía buenos augurios para Lorca y Ciudad de Murcia. El Lleida, falto de motivación no había creado peligro en todo el encuentro, y parecía que no se lo iba a poner difícil a los levantinos. Dos goles parecían un obstáculo demasiado grande para ser superado por los catalanes. Y por si fuera poco, ni siquiera conseguían adelantarse en sus respectivos encuentros.

El Levante ya había cumplido, y ahora sólo le quedaba esperar el paso de los minutos, que con la ventaja de que disponían tampoco se hacían muy largos.

A diez minutos del final fue el Ciudad de Murcia quien se adelantaba en su partido, aunque el gol carecía completamente de importancia, más aún cuando el Levante dominaba su partido sin problemas y tenía un cómodo colchón en el marcador. La cuestión del ascenso ya estaba decidida, y en cuanto sonó el pitido final en el Camp d'Esports, los más de 5.000 aficionados valencianos presentes en el estadio dieron rienda suelta a su alegría. Enhorabuena.