NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Teodoro Nieto

"Cuando vi a Xavi con quince años supe que un día dirigiría a España"

Teodoro Nieto cuenta algunas vivencias con varios de los jugadores llamados por el Sabio para cambiar el curso de la historia en los Mundiales. No esconde el ayudante y espía de rivales de Luis su admiración por él y por su apuesta por el toque y calidad del futbolista español.

Damián González
<b>El chico Xavi</b> "Un técnico dijo que Xavi era un canijo y no sería nada"

Usted tiene 66 años, lleva en la Federación desde el 89 y nunca le había visto con una sonrisa tan de oreja a oreja.

Es que nunca he disfrutado en toda mi carrera como lo estoy haciendo ahora y he trabajado con grandes profesionales y amigos personales míos. Pero es que lo de Luis es para echarle de comer aparte.

Pues deben comer lo mismo, son de la misma quinta...

Bueno, Luis es un año mayor que yo, je, je. Pero hacía tiempo que no veía a una persona estar pendiente de lo que tiene entre manos prácticamente las 24 horas del día. Tiene el Mundial en su cabeza desde hace meses, hasta el más mínimo detalle, ni se lo imagina...

¿Y qué hace Aragonés que no hayan probado los demás?

Han pasado muy buenos entrenadores por esta casa y de los que yo mismo he aprendido mucho desde que entré como coordinador general de las selecciones inferiores. Lo más importante es que Luis ha apostado a tope, sin fisuras, por el talento del futbolista español. Otras veces se han incluido a jóvenes pero sin darles protagonismo, sacándoles como actores de reparto, con algunas excepciones.

Me está dando la clave de por qué demonios hemos atravesado una buena década del 90 al 2000 con éxitos en las inferiores que no han tenido refrendo luego en la absoluta.

Es que es así. Los chavales necesitaban el empujón real de un entrenador que confiara plenamente en ellos, en su capacidad técnica. Nadie se la ha jugado como Luis por hacerles cabecera de reparto, de decirles éste es el camino, sois muy buenos y vamos a por todas. Y le confieso que yo quería retirarme ya pero Luis me llamó, me contó sus ideas y si ahora me pide que ruede por el césped, yo ruedo. Y a mis 66 años entenderá que no tengo que dorarle la píldora a nadie.

A ver, cuénteme cosas de los 23 que están por aquí con los que haya trabajado.

El primero fue con Cañizares ayudando a Chus Pereda con la Sub 17 en Arabia Saudí, allí teníamos también a Lasa, Solozábal o el 'Chapi' Ferrer. Y luego a Raúl, al que vi por primera vez con 15 años en un campeonato de España de cadetes en Benalmádena. Le llevamos ya a un campeonato de Europa en Mérida, le metió cuatro goles a Finlandia y siguió su escalada imparable por la pirámide de las inferiores españolas. Es un animal futbolístico. ¿Qué le voy a contar yo de Raúl?

¿Cuándo siguió por vez primera a Xavi Hernández, una de sus debilidades?

Desde que tenía 15 años, en un partido entre las selecciones catalana y tinerfeña, y ya me dije: 'jo, este chaval técnicamente ha nacido para el fútbol'. Pero era bajito, poquita cosa, y recuerdo que un técnico que estaba a mi lado me dijo: '¿Pero Teodoro, no ves que no levanta un palmo del suelo? No llegará a nada'. Yo le respondí que ese chico llegaría un día a dirigir a la Selección española: esconde el balón, marca ritmos, pausas, hace el juego rápido o lento según convenga al equipo.

¿Y Casillas?

Otro portento desde chavalín. Porque hay que decir que el mérito de sacar a estos futbolistas es de los entrenadores de los equipos que pelean en la cantera, yo sé lo que es eso, ir a ver partidos en campos con barro y desde una barandilla. De Iker nunca se me olvidará su debut con nosotros con 15 años en Wembley ganando 1-3 a Inglaterra, ¡en Wembley! Imagínese eso para unos chavales. Iker y todos alucinaban con el césped, con el vestuario, se hacían fotos en las bañeras, no querían irse de ese campo tan mítico.

A Puyol le tuvo una vez...

Igual él ya ni se acuerda, pero le tuve en un partido en Italia Sub 18, en Casale de Monferrato, y jugaba de medio por la derecha pero ya con esa garra que hacen a un líder.

Y en Sevilla tuvo que mirar con el rabillo del ojo a otro.