Para la gente del Mallorca la permanencia acabó con un triunfo de fuegos artificiales, y la exhibición de Arango, un jugador no sólo interesante sino muy apetecible. Por eso Manzano le ha pedido a su presidente que no se lo venda. Porque si lo vende y luego le exige la permanencia, Goyo se va a sentir en la plancha de los piratas. Para el Zaragoza el encuentro suponía sólo la despedida, el largo adiós que viene desde el 12 de abril. Se presentó adelgazado y crespuscular, con sólo tres jugadores de campo en el banquillo, Álvaro tocado, Gabi Milito en Argentina, Zapater y Capi de centrales, Diego suplente, Cani en medio del camino a ningún futuro, otros lesionados, Movilla de boca en boca... Esa disonancia de ánimos definió el partido.
El Zaragoza tuvo instantes de tiqui tiqui pero en general... bah, fue apenas un buñuelo de viento rebajado por Savio en la primera mitad y Lafita en la segunda. Además se comportó con una mortal impericia en la defensa. Es decir, fiel a sí mismo hasta el último día. Eso puso el partido en los pies de Arango, delantero con aliento de selva venezolana que oculta a un tipo refinado: como el buen salvaje de Rousseau después de un par de cursos en Cambridge.
Para la recauchutada defensa del Zaragoza, Arango compuso un interrogante gigantesco. Hizo su undécimo gol (permitido por Capi, Zapater y César en trío frívolo), dio otro y confundió al rival, al que citaba en campo abierto para emboscarlo. Es uno de esos tipos que te sostienen en Primera a poco que los demás no se hagan los locos. Los tres goles del Mallorca casaron con la verbena de las gradas: Paquito el chocolatero, fuegos artificiales y la defensa del Zaragoza. Una fiesta.
Gregorio Manzano "Una noche fantástica, redonda, sensacional"
"El público estuvo sensacional y los jugadores de diez. Fue una noche fantástica, redonda, un final de temporada que no esperábamos cuando todo se veía oscuro. Quiero reconocer el trabajo de la gente que está detrás mío, el cuerpo técnico, los auxiliares, que no salen en la Prensa todos los días".
Víctor Muñoz "Tras el empate tuvimos ocasiones para ganar"
"Fue el típico partido de final de temporada. Con el empate tuvimos ocasiones para ganar, pero con el segundo gol del Mallorca, que fue en fuera de juego, se acabó el partido. Nosotros, sin hacer un gran partido, estuvimos normal, pero se vieron buenas jugadas y, en definitiva, el Mallorca fue más definitivo que nosotros".
