Unanimidad en el socio: "Hierro debe irse ya"
Con Serafín Roldán a 1.000 kilómetros y Antonio Mendoza en riguroso silencio, todos los focos se han dirigido a Manolo Hierro, que ha fracasado en su gestión como técnico y director deportivo esta temporada. Los peñistas no aguantan más y piden su marcha inmediata.

Hierro vete ya". Las peñas del Málaga exigen la dimisión inmediata de Manolo Hierro. Y no sólo cuestionan su labor como técnico, también están en absoluto desacuerdo con su gestión al frente de la dirección deportiva (no sólo esta temporada, sino otras muchas). El pueblo ha hablado (y en más de una ocasión) y ya ha hecho público su veredicto. De hecho, la grada lleva más de dos meses señalando al suelo con sus pulgares. Se han llegado a ver imágenes lamentables en La Rosaleda, con el técnico de Vélez protegido por las Fuerzas de Seguridad en lo que él mismo ha comparado con el tratamiento a un delincuente.
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Hierro ha manifestado en diversas ocasiones que no abandonará el cargo, al menos de momento, a pesar de que numerosas veces La Rosaleda le ha pedido una salida digna. El veleño asegura que se debe a la gente que apostó por él. Pero nunca el estadio malacitano cargó las iras contra un entrenador como en su caso. De Peiró a Tapia pasando por Juande Ramos. Quizá Gregorio Manzano fue uno de los que sufrió un mayor divorcio con la afición. El caso de Hierro ha convertido la terrible labor del técnico jiennense en una mera anécdota. Además, Martiricos exigió el cese de Manzano y terminó consiguiéndolo, con la consecuente salvación del equipo. No obstante, no existía una unanimidad como con Hierro, que el otro día evidenció sentirse acorralado. Él ya sabe que la afición no le quiere. Otra cosa es que considere y esté en el legítimo derecho de cumplir su contrato (que expira dentro de tres temporadas).
En la mente de muchos abonados malaguistas está el ejemplo de Manolo Preciado, todo un ejemplo de dignidad. El ex técnico del Racing afirmó sentir un profundo amor por los colores del conjunto cántabro. Como medida extrema para salvar a su equipo, dimitió irrevocablemente. "Aquí está mi cabeza, no quiero ver morir a mi equipo". Ayer, el Racing se salvó a falta de una jornada. Las voces de peñistas consultadas por AS piden el adiós de Hierro.




