Primera | Atlético de Madrid
El niño prodigio al que comparan con Romario
A Sergio Agüero le comparan con Romario, pero le apodan con el nombre, Kun, un dibujo animado. Debutó con apenas quince años en la Primera argentina y se convirtió en el más joven en hacerlo. Los grandes de Europa le querían, pero el que se lo ha llevado es el Atlético.
Tenía 15 años, un mes y tres días cuando debutó en la Primera División argentina. 15 años, un mes y tres días. Entonces Sergio Agüero (Buenos Aires, 1988) era, y es, el jugador más joven en debutar en la máxima categoría argentina. Lo hizo de la mano de Óscar Ruggeri y hoy, dos años después, es el mejor futbolista del país que aún no ha cruzado el charco. Hasta ahora. Forjado en las categorías inferiores de Independiente, aprendió el oficio del fútbol en el potrero de la villa Los Eucaliptos y ya desde muy niño le llamaban Kun, por su cuerpo chiquito (1,72 centímetros) y su peinado, semejante al del dibujo animado japonés Kun Kun y ya entonces temía a las ratas y a la oscuridad.
Él idolatra a Ronaldo y a Tévez, pero por sus regates, por su potencia y por su velocidad de reacción le comparan con Romario. Es un delantero con hambre, gol y talento. Un compañero perfecto para Torres y Kezman. Diestro, posee también un gran disparo con la izquierda y es letal en el uno contra uno. Con 16 añitos ganó el Mundial Sub-20 en Holanda el pasado verano. Maradona. Grondona. Messi. La grada. Todos se lo han pedido a Pekerman: "Agüero tiene que estar en el Mundial". Allá dicen que este es un pibe diferente, capaz de cambiar él solo un partido en apenas cinco minutos.
Cotizado.
Ocho han sido sus goles en el Clausura 2006 y nueve en el Apertura 2005. En Independiente sabían que no podrían retenerle más. Todos los grandes europeos le pretendían, Bayern, Madrid, Juve y Villarreal... pero al final se lo ha llevado el Atlético, que ansía volver a la grandeza europea. Muy arropado por su familia vive en un enorme caserón en Don Bosco con sus padres, sus seis hermanos, sus dos primos y un amigo, José Sosa, quienes, casi seguro, le acompañarán en este salto, directo, de Argentina al Vicente Calderón.