Luis Aragonés hizo del Coliséum Alfonso Pérez uno de sus estadios habituales y puede repetir este domingo. Tan impresionado quedó con el arranque liguero del Getafe que hasta seis jugadores azulones han sido seguidos por él y sus ayudantes (Jesús Paredes, Ufarte y Teodoro Nieto) para su agenda: Belenguer, Diego Rivas, Riki, Güiza, Gavilán y Pernía. Finalmente, los dos últimos tienen serias posibilidades de acudir al Mundial de Alemania. Ambos forman la banda izquierda del Getafe, por donde los de Schuster han hecho mucho daño a las defensas rivales. Los dos ven como un sueño estar en la cita alemana, pero ya han posado con la roja y pelearán hasta el final. El extremo ya acudió a la última jornada de convivencia que Aragonés mantuvo en Madrid con 33 jugadores.
Pernía ha marcado nada menos que diez goles jugando de lateral izquierdo, toda una demostración de potencia y calidad en su pierna izquierda, que ejecuta friquis magistrales. Y, además, ha dado ya tres asistencias. Por su parte, Gavilán ha anotado tres tantos, pero es el asistente por excelencia, al nivel del mismísimo Ronaldinho: hasta ocho tantos ha regalado a sus compañeros. No es ilógico que los entrenadores contrarios refuercen especialmente su banda derecha para frenar a una pareja zurda azulona, y que puede ser roja en junio, auténticamente letal.
Tampoco es extraño que los dos se vayan a marchar del Getafe cuando acabe la temporada. Su cotización ha subido muchísimo esta temporada y los grandes ya no les van a dejar escapar. Pernía ya firmó por el Atlético de Madrid y Gavilán regresará al Valencia, una vez que Quique Flores ha reconocido que es un jugador importante para el futuro inmediato de su equipo. A Ángel Torres le tocará buscar recambios, pero de momento los getafenses viven con gran ilusión la posibilidad de que dos jugadores suyos sean por primera vez mundialistas. De hecho, nunca un futbolista del Getafe vistió la camiseta de nuestra Selección nacional absoluta. Pero eso apunta a que puede acabar muy pronto.
Calor y alegría en el regreso
La vuelta al trabajo de la plantilla getafense estuvo marcada por el intenso calor que reinó en la Ciudad Deportiva. Pese a ello, los jugadores azulones se ejercitaron por espacio de dos horas con mucho trabajo físico, pero con el balón de por medio, algo que agradeció todo el grupo. Y en el ánimo general de todos estuvo la noticia de la nacionalización de su compañero, que fue calurosamente felicitado por todos cuando apareció con retraso sobre el césped y ya con más calma dentro en el vestuario.
