Primera | Athletic
Clemente aísla a su equipo y entrenará a puerta cerrada
Ensayará tres días en San Mamés buscando tranquilidad
Javier Clemente busca "un clima de tranquilidad" en su plantilla para preparar la primera de las cuatro citas que le quedan para evitar el descenso, la áspera y agobiante visita a Sevilla. El técnico ensayará con el grupo como si de una final se tratase y es que después de encadenar cuatro encuentros sin ganar (dos puntos de doce) no cabe un nuevo revés frente al Betis. Trabajará toda la semana a puerta cerrada en San Mamés, lejos de periodistas y aficionados. Podrá así preparar su estrategia sin que la Prensa conceda opciones de jugar a uno u otro futbolista, algo que parece presionar a alguno de sus jóvenes. Quizás hasta le sirva para ensayar un sistema diferente.
A expensas de lo que suceda con la evolución de las molestias de Lacruz y Llorente, relevados ante el Valencia, el técnico podrá calibrar las opciones de hacer regresar a Aduriz, Expósito y/o Etxeberria, tres lesionados en las últimas jornadas que pueden aportar su granito de arena para la salvación. Lo lógico es que no todos vuelvan de golpe. El primero ya está bien de su esguince de rodilla y tiene serias opciones de jugar.
No puntuar en el Manuel Ruiz de Lopera supondría una presión añadida para el Athletic de cara al envite frente al Zaragoza. Y la absoluta necesidad de no perder después ante el Deportivo para tener alguna opción de llegar fuera de problemas ante el Barça, en una última jornada en la que La Catedral merecería hacer el pasillo a los de Rijkaard sin el corazón encogido, sin necesidad de pedir clemencia al campeón.
El repetido gol de Villa
La película se repite. Balón mal presionado en las inmediaciones del centro del campo, movimiento del delantero a la espalda de uno de los centrales, pase en largo, control y gol ante la salida del portero. Hasta cinco veces, todas en la portería Norte, ha encajado un tanto así el Athletic esta temporada. El primero de Villa es prácticamente un calco de los que consiguieron Nené, Kezman, Valerón y Forlán, abriéndose un hueco en la defensa rojiblanca entre el lateral derecho de turno y el central de ese lado. Fue precisamente uno de los motivos por los que Javier Clemente optó en su día por la zaga de cinco.