Manolo Preciado dimite como técnico del Racing

Manolo Preciado, entrenador del Racing de Santander, dimitió hoy como entrenador del conjunto cántabro, aludiendo a la "cordura" y al hecho de que se siente "sin fuerzas" para enderezar la negativa dinámica en la que está su equipo.

Tras caer derrotado ante el Getafe, por un contundente y merecido 1-3 y escuchar a la afición racinguista cómo centraba en él sus críticas, Preciado compareció ante la prensa sorprendiendo con el anuncio de su dimisión.

"Cuando hay un plebiscito y el equipo está tan tocado, no quiero verlo morir", dijo Preciado dolido por la mayoritaria reacción de la grada y claramente desanimado por el pobre juego y la pésima imagen que el Racing ofreció hoy ante el Getafe.

"No he sabido exprimir lo que este equipo puede dar de sí", reconocía el técnico cántabro que espera que "con el cambio" y "viendo una cara nueva" el Racing acabe con su negativa racha de dos puntos sumados de los dieciocho últimos que ha disputado.

Preciado hizo hincapié en que su renuncia no es consecuencia de "una calentura", sino que la adoptó "desde la sensatez", porque no quiere ver su "equipo de toda la vida" y de "su alma" en la situación en la que se encuentra ahora, de la que ahora no se ve capaz de sacarlo.

"No quiero ver al equipo cayendo día a día. Es evidente que se necesita un cambio", opinó, apelando al efecto "revitalizador" que suele tener la llegada de un nuevo entrenador, más aún cuando reconoce que no se ve con las "fuerzas suficientes como para transmitir más".

La plantilla le pidió que lo reconsiderara

Preciado explicó que sus jugadores acogieron su dimisión pidiéndole que reconsidera su decisión y, tras señalar que "ni ahora ni en el futuro" quiere hacer un análisis pormenorizado de las razones que le llevan a dejar el equipo a falta de cuatro jornadas para la conclusión de la Liga, pidió a la plantilla que colabore con quien le sustituya.

Por el momento el presidente del Racing, Manolo Huerta, no ha dado el nombre del técnico que sustituirá a Preciado porque "no lo sabe ni él".

Nando Yosu es el revulsivo al que se recurrió en otras situaciones similares, pero habrá que esperar acontecimientos ya que este técnico estaba "arrinconado" desde que Huerta accedió a la presidencia y puso el equipo en manos de Preciado.