Primera | Atlético 1 - Athletic 0
Torres arregló un horror
Undiano no señaló dos penaltis a favor del Athletic
Hay personas que nunca te fallan. Hacen en cada momento lo que se espera de ellas. Tu madre siempre te ve más gordo, tu abuela no pierde un segundo en recordarte que ya es hora de que sientes la cabeza, tu ex te marea por hobby, Torres salva al Atlético, la defensa del Athletic es de Regional y los árbitros, hasta el mejor de ellos, necesitan liarla para sentirse plenos. Y el mundo gira. Ayer, durante 80 minutos de esperpento, llegué a sospechar que iban a fallarnos todos los clásicos. Pero no. Tras varias arrancadas en las que demostró estar varios cuerpos por encima del resto, el Niño cabeceó una falta para abrir el marcador en el primer remate a puerta de su equipo. A su alrededor, los tropecientos centrales que alineó Clemente ni se enteraron. Ni sumándoles a todos hacen un defensa de garantías.
Entonces, el Athletic, otra vez con el descenso mordisqueándole los tobillos, tocó a rebato. Y el Atlético, para no variar, se asustó como un colegial. Pero Undiano surgió de la nada para erigirse en salvador rojiblanco. Primero no vio un codazo salvaje de Valera a Llorente y acto seguido sacó fuera del área un agarrón de Antonio López a Iraola. Dos penaltis tan evidentes que habrá quien sospeche que ahora quieren devolverle al Atlético parte de lo que le han quitado. Yo más bien creo que no pueden luchar contra su naturaleza: son muy malos.
Marqués. Antes del desmadre final, no había sucedido nada que tuviera que ver con el fútbol. A los 8 minutos, Kezman se lesionó y salió Marqués para dejar en evidencia a los otros veintiún tipos que correteaban por allí. El chaval es un diablo. Tiene calidad, regate, descaro Fue una gozada verle entre tanta mediocridad. A su alrededor, Ibagaza seguía demostrando que piensa celebrar su renovación con una excedencia. Petrov corre. Y ya está. De fútbol ni hablamos. En cuanto a Galletti, el único mérito que ha hecho para jugar en el Atlético fue el gol al Madrid en la Copa.
Así, el Athletic amurallado de Clemente acabó rozando la victoria. La tuvo en un doble remate de Urzaiz, al que le pesan los años pero le sobra orgullo, que paró el gran Leo Franco. Después, Yeste se encontró una pelota en mediocampo sin defensas hasta la portería, pero emprendió un poco convincente trote cochinero que dio tiempo a Perea a llegar y encenderse un cigarrillo. En el último instante, Llorente perdonó tras una genialidad de Iraola. Mereció más, pero no dispone de Torres, que no tendrá gol, pero lo disimula fenomenal.