Orbaiz sufre un esguince tras una entrada de Urzaiz

Clemente no pudo ocultar un gesto de rabia cuando apenas diez minutos antes de acabar el entrenamiento Orbaiz le comunicó que no podía seguir. Se lo dijo mientras mordisqueaba el peto blanco con el que el técnico había señalado al bloque que será titular ante el Atlético. Le dolía el tobillo izquierdo y cojeaba. El entrenador cabeceó y siguió el camino que tomó el navarro hacia los vestuarios. Poco más tarde decretó el final del entrenamiento y al llegar a su despacho se encontró con el parte médico: "esguince leve del ligamento lateral interno en el tobillo izquierdo. Pendiente de evolución". Conclusión. Es duda para medirse el domingo al Atlético.

Orbaiz sufrió la lesión cuando trataba de llegar a la portería que defendía Aranzubia. Recibió un balón en la banda, lo controló y trató de ganar metros de ventaja a Urzaiz, su marcador. "No le dejes, no le dejes", gritaron desde la defensa a Urzaiz, que con su pierna derecha desequilibró la carrera del ex osasunista. Le dio en la parte posterior del tobillo y le mandó al suelo. Allí, a gritos, Orbaiz hizo público su daño.

El centrocampista guardó reposo el jueves en su domicilio y en breve volverá a Lezama para que los médicos examinen el tobillo. El navarro hará un esfuerzo para estar a disposición del técnico Javier Clemente en el estadio Vicente Calderón.

La mañana fue una sucesión de malas noticias. Casi a la vez que se retiraba Orbaiz también Yeste se fue antes de tiempo hacia el vestuario con unas molestias en el tobillo. Casas, que pugna con Amorebieta por el lateral zurdo, se tuvo que retirar además con una sobrecarga.

Así las cosas, sin Gurpegi, Etxeberria y Aduriz, Clemente implora que no haya más infortunio. El técnico quiere un equipo vivo en el Calderón y, como el miércoles, repitió prueba con los jóvenes Dañobeitia y Urko en ataque. Los dos se perfilan como delanteros titulares por delante de Urzaiz, desaparecido para el ex seleccionador, y Llorente.