"Aún no sé lo que haré la próxima temporada"
El capitán no tiene claro su futuro. Le queda un año de contrato con el club malagueño, pero puede dar como finalizada su carrera al término de esta campaña. "Sólo vestiré la camiseta del Málaga, cada uno que lo coja como quiera". Quiere ser útil para el club. En el campo o fuera.
¿Cómo ve el futuro?
¿El futuro? De momento, lo veo a corto plazo. Veo el próximo entrenamiento. Lógicamente, todo lo que está pasando da que pensar. El equipo, salvo que se obre el milagro, está abocado a empezar una nueva etapa.
¿En esa nueva etapa se cuenta con el capitán?
La única camiseta que voy a vestir es la del Málaga. Cada uno que lo coja como quiera. Nunca vestiré otra, ni en las pachangas.
¿Piensa en la retirada o aún no se le ha pasado por la cabeza?
No creo que eso sea ahora mismo un tema de debate. Hay que plantearse muchas cosas, pero tanto Sanz como otros.
La figura del capitán como bandera del equipo pesa más.
Lo único que he intentado es hacer mi trabajo lo mejor posible con esfuerzo, dedicación y amor. Lo seguiré haciendo mientras me queden fuerzas e ilusión.
¿Qué cree que sería lo mejor para usted?
No lo sé. Lo mejor para mí sería, a nivel profesional, ver al Málaga disputando finales. Si es conmigo, mejor. Ese siempre ha sido mi sueño y no creo que sea una utopía. En un futuro no muy lejano, a pesar de que las cosas están muy negras, acabará siendo un equipo grande por afición y la por ciudad. En este tiempo el equipo ha crecido una barbaridad.
¿Se ve en un despacho?
No lo sé. La vida de un futbolista no es eterna. Cada vez habrá menos jugadores que acaben con 35, 37 ó 38 años. Los jóvenes piden paso con mucha más fuerza. Hablando de los despachos, todo lo que sea ayudar al Málaga me encantaría. Donde no me veo es en un banquillo.
Ligado al Málaga sí seguirá.
No lo sé. De momento, no sé ni lo que haré el próximo año. Me queda un año de contrato. Estoy sopesando muchas cosas. No tengo nada claro.
¿Le cuesta mucho dormir?
No lo sabe usted bien. Además, hasta me afecta en mi vida personal. La familia sufre mucho porque estoy muy triste. Estoy como en un estado de shock, me cuesta hablar de Segunda. Es como asumir la muerte de alguien. No te lo crees, pero tienes que aceptarlo.
¿Considera que ha sido un buen jugador para el Málaga?
A mí no me gusta hablar de mí mismo y ensalzar mi figura. Es la gente la que debe valorarlo.
¿Y cómo capitán?
No es sólo el que lleva el brazalete, eso lo hace cualquiera. La figura del capitán la veo desde el prisma de estar involucrado en todos los aspectos. Lo he intentado hacer lo mejor posible. He intentado que en el vestuario no haya grupos, hacer que todos sean más amigos o compañeros.
¿Comparable a su amigo Fernando Hierro?
Tuve la suerte de tenerlo como capitán. He visto y aprendido cosas muy buenas de él. Desde que abandoné el Madrid mantenemos el contacto, como con otros compañeros que me han marcado como Pedja Mijatovic o Fernando Redondo.
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¿Este final ha sido cruel?
No creo que sea un final. Es el principio de otra etapa. Todo lo que acaba, en el fútbol, luego vuelve a empezar. Tenemos una cantera importante y gente con proyección. Cuando llegué, esto era el boom de Primera, pero la masa social siguió creciendo. Por fin tendremos el estadio terminado. A lo mejor eso es el principio del resurgir. Si el próximo año jugamos en Segunda, pero me da la sensación de que será el año que más socios y espectadores tengamos. Va a ser un efecto que levantará el sentimiento malaguista.
