¿Qué le parece que el Zaragoza llegue al partido considerado generalmente como favorito para ganar?

Nosotros llegamos al partido con mucha ilusión de demostrar lo que somos y que estamos capacitados para superar al Espanyol. Entiendo que el público piense que somos favoritos, pero me importa lo que piensen mis jugadores. Y mis jugadores no se consideran favoritos. Si pensáramos que lo somos, llevaríamos las de perder. Estamos en igualdad de condiciones con el Espanyol. Y lo que seamos debemos demostrarlo en el campo.

¿Es posible abstraerse de ese ambiente?

Vemos la ilusión de la gente, claro, pero nosotros debemos olvidarnos y jugar con concentración, atentos, con inteligencia. Así podremos superar a un rival irregular, que puede jugar de muchas formas diferentes. Las armas son la atención y nuestro juego.

El ambiente va a ser maravilloso. Un ambiente perfecto para una final de la Copa del Rey.

La final es una fiesta para los dos equipos. Llevamos un mes y medio más o menos pensando en este partido, y por fin ya lo tenemos aquí. Lo hemos disfrutado desde que conocimos la clasificación, vamos a hacerlo durante el partido, aunque nos toque sufrir. Y al final, ya veremos qué pasa... Al final sólo podrá disfrutar uno de los dos.

¿Cómo va a ser el partido?

Dependerá de cuánto especule el Espanyol, de si lo hace o no. Nuestro juego es abierto y no podemos esconder gran cosa, la verdad. Todo el mundo sabe cómo jugamos. Ellos tienen muchas variantes y habrá que ver cuál aplican.

¿Teme que el Espanyol se cierre y le dé la pelota al Zaragoza como estrategia?

Indudablemente es una de sus posibilidades, plantear un partido a la espera, de pocas jugadas y cerrado atrás, intentando anular nuestro juego. No es que tenga temor. Temor no le tengo a nada. Nosotros tenemos que jugar y demostrar que podemos ser mejores que el Espanyol.

Ellos llegan apurados por la situación en la Liga. ¿Cómo puede influir eso?

Nosotros disfrutamos de una posición más cómoda, pero también puede ocurrir que ellos se sientan liberados hoy de esa presión. Hace dos años nosotros jugamos la final en Montjuïc en una postura similar y dimos lo mejor. Así que también el Espanyol puede sentirse liberado esta vez. Ojalá que no lo logre, claro.

Lotina habla sobre todo del peligro de Ewerthon y Milito.

Bueno, Lotina está llorando siempre, suele ir de víctima y es respetable que lo haga. Me parece normal que tenga temor a nuestros mejores atacantes, y a nosotros nos ocurre lo mismo con los suyos: Tamudo, Juanfran, Corominas, De la Peña... Son los que pueden definir el partido.