Primera | Atlético de Madrid - Celta
Cara o cruz sin Ibagaza
Pepe Murcia se la juega ante un Celta sin urgencias.
Escribo desde Lisboa, ciudad enloquecida por el fútbol y se me cae el Atlético a los pies. Aquí, el Sporting, que es el Atleti de Portugal, está peleando la Liga con el Oporto y sus habitualmente sufrientes hinchas viven en éxtasis, aún más intuyendo la humillación del Benfica ante el Barça. Mientras, en Madrid, el Atleti da tumbos impidiendo que sus todavía más sufrientes aficionados disfruten de las penurias del vecino rico. Si quiere que esto cambie de una vez tiene que ganar hoy al Celta. No hay más historia.
En dos semanas, los de Murcia han tirado por la borda casi todo el crédito amasado a principios de año. Le queda una última bala y es inevitable pensar que el Atlético bajo presión es como un mono con dos pistolas. Un tiro al aire. El Celta llega a la expectativa, esperando a que su rival vuelva a autodestruirse. Por el momento, no jugará Ibagaza, lo que nunca se sabe si es bueno o malo. Sin él falta genio, pero te aseguras jugar con once. Lo realmente grave es que continúa la ausencia de Maxi que con su lesión secuestró el alarma del equipo.
Apañado.
Se medirá también el valor real del Celta, un equipo IKEA, confeccionado a bajo costo pero con buen gusto y que ha quedado más que apañadito. Al margen de los evidentes Baiano y Canobbio, por favor fíjense en Silva. Una delicia que hubiera merecido una oportunidad premundialista con la Selección. Con el Celta sólo quedan dudas sobre su ambición, probablemente provocadas por Fernando Vázquez, un buen entrenador con tendencia a la autocompasión y a ponerse la tirita antes de la herida. Sólo las excusas pueden hacer parecer pequeño a un equipo muy notable como este Celta. ¿Y el Atleti? ¿Noble o mediocre? Hoy lo veremos. Si no, queridos rojiblancos, sólo les quedará el Sporting de Lisboa.
Vázquez no ha ganado en el Calderón
Fernando Vázquez no sabe lo que es sumar tres puntos en el Calderón. El técnico gallego ha visitado el feudo rojiblanco en siete ocasiones y acumula seis derrotas y un empate. Las tres primeras derrotas fueron cuando Vázquez dirigía al Compostela (3-0 en la 95-96. 4-1 en la 96-97 y 3-1 en la 97-98). El único punto conseguido fue en la 98-99 con Vázquez en el banquillo del Oviedo. Después, ha encadenado otras tres derrotas con tres equipos diferentes: 1-0 en la 99-00 con el Mallorca, 2-0 en la 02-03 con el Rayo y por último 2-1 guiando al Valladolid en la 03-04. Si Vázquez logra romper hoy el maleficio sumaría su victoria 100 en Primera.