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El goleador fulminante

El brasileño está haciendo probablemente la mejor temporada de su procaz carrera, iniciada a los 18 años en el Corinthians. Es un delantero difícil de clasificar, pero rotundamente fiable.

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Nadie se ha parado a medir a Ewerthon en cien metros de carrera. No hace ni falta, porque el impacto de este jugador resulta mucho más concreto que un registro cronometrado: aunque la cifra sea la misma, no es igual correr en diez segundos que meter diez goles. Con los siete de la Copa, Ewerthon roza ya la mejor cifra de su carrera (18). Un goleador fulminante, difícil de marcar o catalogar: escapa con idéntica facilidad a los defensas y a los arquetipos.

Si no fuera conocido, diríamos que Ewerthon compone una improbable figura de goleador. ¿A quién se parece? Estrictamente, a casi nadie. La fisonomía y su tranco de centella lo asocian a los velocistas, pero Ewerthon no usa la rapidez como un extremo agotador ni para imponerse en retos directos. Se hace difícil verlo regatear. Tiene explosión, capacidad para repetir esos esfuerzos fulminantes y, sobre todo, la condición básica: sostiene la carrera y la hace progresar. Las pruebas de cien metros se deciden en los últimos 30. En ese tramo, de forma equivalente, Ewerthon termina el gol.

Hay quien le ve ajeno a los partidos pero decisorio, al modo de Ronaldo. Se trata de un engaño: su movilidad genera inquietud constante en la defensa, y eso también supone participar del juego y generarlo, aunque no haya pelota. Parece diseñado para los espacios abiertos y, sin embargo, su lugar favorito es el área pequeña, esperando turno para el gol. Remata de cabeza mucho mejor de lo que cualquier pensaría en un tipo de su estatura. No es exactamente contundente en el golpeo con el pie, pero casi siempre las pone dentro y a veces le salen cosas increíbles (lo de Cádiz o el sexto al Madrid) que desmienten todo lo que pensábamos... Como su primer tiempo en Anoeta, que no anunciaba nada salvo la orfandad de Diego. Y luego... Dos goles y cuatro ocasiones.

No hace falta volverse loco. El único secreto de Ewerthon es la eficacia. Otros futbolistas podrían pasar horas corriendo y no dar con una sola oportunidad de gol. Ewerthon se las encuentra todas.