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Segunda | Lorca

El Lorca sueña con Primera sin gastar nada en fichajes

El presupuesto es de cuatro millones y 4.400 los socios

<b>REVELACIÓN. </b>El modesto Lorca se ha colado entre los aspirantes al ascenso a Primera.
j. c. parrado

El Lorca Deportiva se ha convertido por méritos propios, para goce y disfrute de sus 4.400 socios, en el equipo revelación de Segunda. La plantilla blanquiazul, con más de la mitad del campeonato consumido, está a sólo un punto del tercer puesto y eso que su presupuesto no supera los cuatro millones de euros (sólo superior al de Éibar, Lleida, Málaga B y Racing de Ferrol). Una cifra irrisoria si la comparamos con el que mueven clubes como Xerez, Recreativo y Levante, los equipos que le preceden en la tabla. El equipo ha provocado que la locura colectiva se haya instalado en un municipio de 90.000 habitantes que hasta la fecha sólo podía presumir de ser el más extenso de España.

Desde la entidad que preside Antonio Baños se sigue defendiendo el único objetivo de la permanencia, pero es inevitable que la afición sólo tenga en la cabeza el ascenso a Primera. Unai Emery ha sido capaz de hacer lo más difícil en el fútbol: conjuntar a un grupo de jugadores que forman un bloque casi imposible de superar. Y todo eso sin haber gastado ni un euro en fichajes.

Pocos eran capaces de soñar el pasado mes de agosto con estar a estas alturas de Liga en la cuarta plaza, aunque su presidente, Antonio Baños, siempre creyó en la plantilla, aunque aún quiere más. "Deberíamos llevar aún más puntos. Hemos perdido algunos partidos increíbles y si seguimos así conseguiremos nuestro objetivo pronto".

Compró la plaza de un Tercera

La historia del Lorca sólo conoce éxitos. El club nació hace cuatro años y desde entonces su crecimiento ha sido constante. En la temporada 2002-2003, el ahora presidente Antonio Baños compró por algo más de 60.000 euros la plaza del Balsicas en el grupo XIII de Tercera. Ese primer año, el equipo comenzó con muchas dudas y en enero sufrió una importante revolución. La mayoría de la plantilla fue dada de baja y llegaron nuevos jugadores que llevaron a la entidad a Segunda B. En el primer año se quedó a las puertas del ascenso. En el segundo llegó la definitiva. Con el equipo en la zona media de la clasificación, Unai Emery colgó las botas y pasó al banquillo, ocupando el puesto de Quique Yagüe. Y el Lorca logró el ascenso a Segunda con el técnico guipuzcoano.