Luisao sorprendió al Liverpool

El campeón de Europa aparcó su persecución al Chelsea en la Premier -en la que es tercero a quince puntos de los de Mourinho-, para tratar de confirmar la mejora de su juego ante un histórico de Europa, el Benfica de Ronald Koeman. Pero el cartel de favorito que el técnico holandés regaló al equipo visitante en la víspera del encuentro, pareció maniatar a los chicos de Rafa Benítez, que se quedaron muy lejos de controlar el duelo durante el primer periodo. Supimos de sus puntas, Luis García y Morientes, gracias a los innumerables planos cortos con los que el realizador trató de entretener al telespectador ante la ausencia de fútbol. Y en el caso del ex azulgrana por la merecida amarilla que le mostró el austriaco Konrad Plautz después de que arrollara a Leo.

Los de Koeman saltaron mejor colocados sobre el césped, en especial durante el primer cuarto de hora, en el que el Benfica se echó el partido a la espalda tratando de sacar pecho en casa. Poco más de sí dio el equipo lisboeta, que demasiado revolucionado, acabó buscando sus opciones a la contra frente a un Liverpool que se desdibujó por la precipitada tendencia a colgar balones. Xabi Alonso, recuperado de su lesión frente al Manchester en la Copa inglesa, acabó adueñándose del carrusel de imprecisiones en el que se convirtió el centro del campo, pero la insistencia en el juego en largo de los reds, concedía una y otra vez demasiada ventaja a los zagueros de Koeman.

Rafa Benítez no logró ilustrar a los suyos con las numerosas notas que tomó durante el aburrido primer tiempo, porque poco, o muy poco, cambió durante la segunda mitad. El generoso esfuerzo físico del conjunto inglés nunca se tradujo en claras ocasiones de gol, a pesar de que el Benfica estrellaba sus prisas una y otra vez en la frontal del área defendida por Reina. Tan sólo Fernandes y el griego Karagouinis, que no mucho tiempo atrás se proclamara campeón de Europa con su país en ese mismo estadio, ponían cierta cordura y animosidad en el ataque de las ‘Águilas de Lisboa’. Porque el pretendido Simao pasó sin pena ni gloria.

La clase la puso Luisao

El oportunismo de Luisao, querido en su día por el Real Madrid de Florentino Pérez y el Deportivo de Lendoiro, rompió el encuentro pasado el minuto ochenta de encuentro. Y lo hizo aprovechando una jugada ensayada a balón parado, en el primer remate con ventaja de todo el encuentro. El gigante brasileño le ganó la partida a Hyppia en una falta botada por Petit, sorprendiendo a Reina con un colocadísimo cabezazo al primer poste. Simplemente imparable. Un jarro de agua fría que dejó helado al vigente campeón, que deberá apelar a la remontada en Anfield.