Primera | crónica
El Atleti vuela sobre hielo
Ganó fácil a un gris Getafe. Está a 4 puntos de UEFA.
Cinco victorias seguidas parecen suficientes para atreverse a decir que el Atlético ha vuelto, que ya no corre, vuela, consciente de que esa es la única manera de llegar a Europa tras terminar la primera vuelta a once puntos de la UEFA. Ahora está sólo a cuatro. Ése es el milagro que ha realizado Pepe Murcia a base de valentía y sentido común. Tan sencillo como poco habitual. Ayer fue el Getafe la víctima del rodillo rojiblanco. No tuvo opciones y ya mira más hacía abajo que hacia arriba. Aún así tiene puntos y juego como para no pasar apuros.
El Atlético ganó porque es mejor y esa obviedad es la gran noticia. Porque las victorias no están llegando por sorpresa y a la heroica, ni las derrotas cuando menos se esperan. El Atleti empieza a comportarse acorde al nivel de su plantilla, que es una de las mejores de la Liga.
Funciona todo.
Los nombres ya se comportan como hombres. Luccin, sensacional ayer, corta, crea y llega. Ibagaza es el genio que deslumbró en Mallorca. Petrov vuelve a ser una bala. Kezman recibiría el premio de Jugador más odiado por los defensas rivales. El serbio revuelve el río y Maxi siempre pesca. Por último, Torres vuelve a ser Torres, un delantero sensacional. Con semejante arsenal lo raro es que antes no ganasen. Al fin hay actitud junto a la aptitud. La labor psicológica de Murcia ha sido soberbia.
Ayer dio la sensación de que el Atlético siempre supo que iba a ganar. Y el Getafe lo asumió también. Una granizada espectacular dejó el césped convertido en una pista de hielo. Por cierto, algún genio del diseño decidió que el balón invernal fuera amarillo, porque como todo el mundo sabe la nieve no es blanca. A veces los jugadores parecían perseguir un fantasma. Por favor, cerebros míos, hagan rojo el próximo. Pero las circunstancias no afectaron al Atlético, que dominó desde el inicio, con Luccin de mariscal.
Torres perdonó un gol clarísimo tras un error de Matellán, pero los errores ya no afectan como antes y el Atleti siguió a su ritmo hasta que Luccin enganchó un mal rechace de Vivar para abrir el marcador y, aún con una hora por delante, cerrar el partido.
El Getafe lo intentó con un Güiza en batalla permanente contra el mundo, pero la ausencia de Riki hace mucho daño a los de Schuster, que pierden verticalidad, velocidad, gol... Sus pocas ocasiones, sobre todo a balón parado, murieron a manos de un gran Leo Franco. Mientras, el Atlético salía a la contra con peligro constante. Tras el descanso, Maxi marcó el gol suyo de cada día y Torres redondeó la cuenta. Ah, Pernía jugó en el mismo tono gris que sus compañeros. No hay suspicacias. Así ganó el Atlético, con solvencia y talento. Se lo ha creído en el mejor sentido y ronda Europa. Tanto buscar y la solución estaba en casa: Pepe Murcia.