Repaso de la A a la Z

Supongo que el beticismo, más que desencantado por jugar 'sólo la UEFA' en lugar de la Champions, andará inquieto por su titubeante y desalentadora trayectoria en la Liga. El caso es que, de manera significativa, optó por quedarse en casa viendo a través de Cuatro este partidazo en vez de acercarse al Ruiz de Lopera donde hubo una pobre entrada. Sólo 15.000 personas, 1.000 de ellas, hinchas del AZ. Viéndolo por lo positivo, la gente rindió homenaje a la histórica primera retransmisión internacional efectuada por esta cadena de televisión que, día a día, va a más. Pero verdaderamente, este encuentro merecía más. Porque el AZ Alkmaar no es ningún don nadie. Es un magnífico equipo que lucha a brazo partido en la Liga holandesa contra dos mitos tulipanes de siempre llamados PSV y Feyenoord, que hace un fútbol sensacional y ayer, desde luego lo corroboró. De no ser por Koke Contreras y un par de maravillosas intervenciones (especialmente una mano que le sacó en el minuto 43 a De Zeew), un penalti no señalado de Melli a Van Gallen o un cabezazo de Meirdink que se estrelló en el poste, el Betis podría, tranquilamente, ir perdiendo por 0-3.

Pero también se lo podemos plantear a la inversa. Los de Serra, que sacaron sus mejores galas continentales, aquellas con las que hicieron morder el polvo al Chelsea de Mourinho o arrinconaron al mismísimo Liverpool, campeón de Europa, pusieron entre las cuerdas al equipo de un Van Gaal que, sin perder su costumbre de hacer anotaciones en su libreta, no paraba de hacer tachones y más cuando veía lo que se le iba viniendo encima.

En efecto. El EuroBetis, con garra, con fuerza, con ingenio y hasta con infinita calidad, borró del mapa al equipo de moda en Europa y al ritmo que marcaba Joaquín llegaron, en ocho maravillosos minutos, dos goles con sabor a samba brasileña. El primero, una gozada. Joaquín, como en sus mejores días cuando decíamos que era el 'Figo de Heliópolis', metió una portentosa asistencia a Tardelli. El brasileño controló de primeras y, sin dejar caer el balón, sacó de su chistera una potente volea que se incrustó en las redes de Timmer. ¡¡¡Goooool!!!. El Lopera, la Sevilla heliopolitana y, por qué no decirlo, toda España saltó de emoción. Pero el Betis quería más. Como diría el eslogan de la pulsera verde de Serra y Pep Alomar, uno de sus ayudantes, sentía, luchaba, ganaba...¡podía! Por eso llegó el 2-0. Robert presionó al portero forzando una mala cesión a Mathijsen que falló. El brasileño resolvió con calidad. ¡Fiesta! El Betis en Europa va a por todas. Y la afición gritando eso de "¡Betis positifo!" 'Homenaje' a Van Gaal. No todos los días se da un repaso como éste. De la A a la Z.