Primera | Zaragoza
Diego y Ewerthon son ya dos goleadores de leyenda
Suman 32, el segundo mejor registro de la historia del club.
Diego Milito y Ewerthon han construido en poco más de dos meses el principio de una leyenda en el Zaragoza. Más rápidos que los más rápidos. Aunque habían goteado algún tanto antes, su hemorragia viene desde el inicio de diciembre y marcan los goles a ritmo de metralleta: llevan 32 entre los dos, en 29 partidos oficiales, Liga y Copa. Han demolido al Atlético, al Barcelona y al Real Madrid; son la segunda mejor pareja de Primera (tras Etoo y Ronaldinho, que llevan 42) y desde el miércoles, la segunda mejor delantera de la historia del Zaragoza.
Los delanteros más prolíficos del club aragonés hasta la fecha han sido Murillo y Seminario (el único Pichichi que ha tenido el Zaragoza). Ellos anotaron en la temporada 61-62 un total de 51 goles (23 de Murillo y 28 de Seminario). Con 29 partidos oficiales jugados -los que suman ahora Diego y Ewerthon- habían alcanzado una cifra total de 37. Cinco más que Raúl Amarilla y Jorge Valdano, que en la temporada 1982-83 tuvieron una efectividad que valió 32 goles en 29 partidos y 40 al final.
El reto.
A esa altura se pusieron el miércoles Diego Milito y Ewerthon con sus seis tantos al Real Madrid. Su proyección actual es de 51,8 goles al final del año, lo que los elevaría mínimamente sobre Seminario-Murillo. Es decir, los mejores de siempre. La onda expansiva de sus goles ha disparado la cotización del Zaragoza.
La explosión llegó en diciembre
La explosión de Ewerthon y Diego se inició en medio de una crisis que casi acabó con Víctor. Desde que éste los reunió en el ataque, no han parado y el Zaragoza se ha lanzado. Ewerthon lleva siete goles en la Copa, casi los mismos que en la Liga (8). Diego suma seis, y once más en el torneo de la regularidad. "Vivimos un gran momento -reconoce Ewerthon-. Nuestro secreto es trabajar conjuntamente". "Un partido como éste se da una vez cada 30 años", agregó Diego. Y sí: han pasado casi 31 desde el otro 6-1 al Madrid, el 30 de abril de 1975. "Cuatro goles al Madrid es increíble. Apenas pude dormir", reconoció el mayor de los Milito. En eso tuvo que ver su excitación y las decenas de llamadas desde Argentina, donde su candidatura para el Mundial se refuerza.