El alto caché de Aitor Ocio complica mucho su fichaje

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El alto caché de Aitor Ocio complica mucho su fichaje

El alto caché de Aitor Ocio complica mucho su fichaje

La oferta bilbaína no colma las aspiraciones del cotizado defensa

El fichaje de Aitor Ocio por el Athletic está muy complicado. El futbolista ya dispone de una oferta verbal concreta del club rojiblanco, pero ésta no satisface sus aspiraciones económicas. La propuesta, planteada a través de un directivo a sus representantes en la reunión celebrada el pasado martes, comprende un contrato de tres años de duración con un cuarto opcional muy asequible en función del número de encuentros disputados. Sería la última intentona económica del Athletic salvo un cambio diametral de idea en las próximas semanas.

La propuesta económica es sensiblemente inferior a la que ha recibido por parte del Sevilla, que rondaría los 800.000 euros limpios por temporada. Nada que ver, no obstante, con las adelantadas por AS provenientes del fútbol inglés. Sin embargo, el club hispalense y el Athletic no son los únicos clubes nacionales dispuestos a contratarle. El Villarreal podría lanzar sus redes de inmediato, así como el Espanyol de su ex técnico Miguel Ángel Lotina, quien arrastra problemas de renovación con Albert Lopo. Los castellonenses temen quedarse sin su gran valor atrás, el argentino Gonzalo Rodríguez, y el ex león sería una petición expresa de Maurizio Pellegrini.

Aitor Ocio tiene mercado y es muy complicado que regrese a casa con esas propuestas económicas encima de la mesa. El propio jugador mira con gran cariño el interés del Athletic, pero por las cifras en las que se mueve Ibaigane no le encajaría la operación. Estaría dispuesto a perder dinero por regresar a La Catedral, pero tampoco quiere desaprovechar la oportunidad de firmar un último contrato profesional (tiene 29 años) en unas condiciones poco ventajosas para lo que escucha de otros lados.

Aitor Ocio, que precisamente ayer cayó lastimado en el entrenamiento matinal con el Sevilla y podría sufrir un esguince de rodilla, no quiere dejar demasiado tiempo el tema en el alero. Primero, porque su actual club le exige una inmediata respuesta. Y en caso de no renovar quién sabe si no le pasaría factura en las alineaciones, ya que los hispalenses han firmado recientemente al francés Escudé. Segundo, porque el fútbol tiene el riesgo de una inoportuna lesión y el gasteiztarra quisiera tener algo ya atado. Y tercero, porque la intranquilidad es contraproducente para el rendimiento.

Más ofertas. Además de la vía británica, en la que varios intermediarios ingleses le han solicitado permiso para negociar con diferentes clubes, no es de extrañar que pueda salir en los próximos días el interés de un equipo fuerte de Primera, aunque no el Valencia, como se ha especulado.

Aunque su retorno a Bilbao está difícil si no cambian mucho las posturas económicas de ambas partes, no se puede descartar un giro radical al asunto. Ya se han visto operaciones más complicadas.

El hecho de que termine su contrato en junio encarece notablemente su incorporación. La realidad es que el Athletic, deportivamente hablando, necesita sobremanera al futbolista. Otra cosa es que sus exigencias, aunque sean de un nivel medio-alto en la plantilla, puedan encajar con la contención de gasto que se propone la entidad que gobierna Fernando Lamikiz.