NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Yo digo | Mario Ornat

Partido de ajedrez enLa Romareda

Actualizado a

El tercer asalto en diez días entre el Zaragoza y el Atlético obliga a los entrenadores a un cierto ejercicio de ajedrez, que tendrá que ver con la psicología y también con el estilo. Mover piezas, activar variantes o reinterpretar a los protagonistas. La pregunta lógica es cuánto se parecerán los dos equipos a la versión de la Copa. Se parecerán, pero con matices decisivos. Es de suponer que Víctor Muñoz recuperará la formación en 4-4-2, aligerando el medio campo y con los dos puñales afilados arriba, Diego Milito y Ewerthon. Y que Pepe Murcia, en el lado rojiblanco, va a recortar un tanto el vuelo desaforado de su alineación del miércoles, concebida para el heroísmo. Es pues el mismo partido, pero sin serlo. O es distinto siendo el mismo... Como se quiera.

El Zaragoza quiere Europa, y sabe que ese anhelo exige prolongar una semana más su ya impresionante serie de resultados: ocho partidos (seis de Liga y dos de Copa) sin derrota; 16 puntos de los últimos 18. Víctor ha firmado su mejor primera vuelta desde que es entrenador en Primera, y lo ha hecho después de verse acosado por la destitución, antes de la célebre semana santa gaditana (Xerez y Cádiz): Cani y Ewerthon lo indultaron como angelito blanco y angelito negro. No hicieron sólo eso: desde entonces, su juego y sus goles han traído al Zaragoza donde está. El Atlético, al contrario, está a las puertas de ningún sitio, pero Murcia le ha otorgado la convicción suficiente para creer en algo evidente: que la temporada aún no se ha terminado.