Murcia, con fe y sin Perea

No tiene sentido, pero estas cuestiones de fe son así. Antes del partido de ida, el Atlético venía de arrancarle un empate al Valencia y jugaba en casa. Sin embargo, se percibía que la plantilla daba la eliminatoria contra el Zaragoza por perdida. Ahora, los rojiblancos llegan a La Romareda con un 1-0 en contra y tras caer ante el Betis y, sin embargo, creen en la remontada. Dicen que la fe mueve montañas y cualquier victoria le sirve al Atleti. Murcia ha instalado el estado de optimismo como Bianchi hizo con el de pesimismo. Lo del realismo queda para otros equipos.

Como el Zaragoza, que, tras un comienzo titubeante, ha encontrado el sitio. Encadena seis victorias y un empate en sus siete últimos partidos, pero no se fía. Víctor dejará sentado de inicio a Diego Milito, una de las apariciones de la temporada, y alineará a otra, Ewerthon, como único punta, para aprovechar su tremenda velocidad cuando el Atlético se vea obligado a tomar la iniciativa.

Este planteamiento, previsible por el resultado, hace extraños los dos cambios que planea Murcia respecto al su estreno. Perea será suplente tras su horrible partido en Sevilla. Su mal estado de forma y sus nervios contagiosos le condenan, pero el Atlético se queda sin su central más rápido para frenar a Ewerthon, que le hizo un traje a Pablo en la ida y hoy medirá a García Calvo.

Los pivotes.

Otro que se cae del once es Gabi, que parecía una apuesta personal del nuevo técnico y su mediocentro más creativo para un partido en el que necesita atacar, pero sigue sin continuidad. En su lugar entrará el recuperado Luccin para acompañar a Zahínos en el cuerpo a cuerpo contra el conservador trivote del Zaragoza.

Así las cosas, la imaginación quedará una vez más en manos de Ibagaza, empeñado en sacar al Atlético del pozo él solo si es necesario. Por lo que se vio ante el Betis no lo será, ya que Petrov y Torres dieron síntomas de recuperación. El que seguirá mosqueado en el banquillo es Kezman. Al menos, nadie podrá acusar a Murcia de cobarde.

En realidad, el Atlético tiene poco que perder. Si cae, la culpa será de Bianchi. Si pasa, el efecto Murcia cobrará fuerza. Mientras, el Zaragoza espera que la razón venza a la fe, pero no se fía, Sabe que la batalla del Atleti contra la lógica viene de largo y, a veces, la gana.

Los rojiblancos se concentran hasta el domingo

El Atlético llegó ayer por la noche a Zaragoza, donde permanecerá hasta el domingo por la mañana. Pepe Murcia decidió no regresar a Madrid tras el encuentro copero de esta noche y permanecer concentrados en la capital aragonesa para preparar el partido de Liga del sábado con la máxima tranquilidad. En un principio, se valoró la posibilidad de regresar tras el encuentro de hoy, ya que el AVE facilita mucho la conexión entre ambas ciudades, pero la tensión que rodea al Atlético en las últimas semanas decidió a Murcia a apartar a sus jugadores de tanto bullicio durante unos días. El técnico cordobés se ha llevado a veinte jugadores, todos los disponibles excepto Braulio, Pablo Sicilia y Manu del Moral, que se quedarán trabajando con el filial. Los entrenamientos se llevarán a cabo en la Ciudad Deportiva el Zaragoza, que ha puesto las máximas facilidades a los rojiblancos.