El sábado, su mejor cumpleaños

Yo digo | Nika Cuenca

El sábado, su mejor cumpleaños

Ya ni recordaba Guerrero cómo eran las jornadas como la de ayer. Él, centro de los focos tras los partidos, escoltado en las concentraciones de la Selección para protegerle de la masa adolescente, estaba ya acostumbrado a no verse en los resúmenes de su Athletic, a no recibir la atención de la prensa como desde su eclosión. Su teléfono volvió a echar humo y no para anunciar precisamente que ha llegado junio de 2007 y el adiós rojiblanco al futbolista más internacional desde que Lezama empezase a trabajar con chavales. Había dudas, y lógicas, de que pudiese aportar grandes cosas. No en vano, los últimos entrenadores, entre ellos su valedor Heynckes, le habían dado por terminado. Sobre todo físicamente. Se habla de tests que así lo dictan. Aunque los de Romario habrán sido peores desde hace años. Y áun regala cosas al fútbol.

La tendencia apuntaba a que su última acción de lustre sería el tanto del 4-3 en la tremenda voltereta a Osasuna de la anterior temporada. Ahora, ha sembrado la duda. Ha puesto la pelota otra vez en el tejado, más bien sobre el césped. ¿Tenía razón cuando se resistía con su mensaje a reconocer que ya no era el mismo? Descarto, eso sí, razones ocultas para sus no alineaciones. Se ha ganado el beneficio de la duda. Está ante la que puede ser una semana imborrable en su vida. Clemente, con el que llegó a disputar su único Mundial, le brinda la oportunidad de remontar el vuelo. ¿Será el día de su 32 cumpleaños, ante el Deportivo? Sean cautelosos y soñadores.