Última estación: la Copa

Atlético y Zaragoza iniciaron la Liga con este mismo enfrentamiento que ahora depara la Copa. Fue el 28 de agosto y empataron a cero, pero los locales dieron una exhibición. Han pasado cuatro meses, pero parecen cuatro años. Hoy, el Atlético es un equipo a la deriva, que acumula ocho partidos sin ganar y que se aferra a la Copa para intentar salvar la temporada. El Zaragoza, a cambio, ha salido del infierno en que se encontraba con tres victorias y un empates en los últimos cuatro encuentros. Aún así, el torneo del K.O. sigue siendo su camino más corto hacia Europa.

Por eso hoy no habrá experimentos. Ambos saldrán con lo mejor que tienen, que en el Atlético es menos aún de lo que su crisis dice, ya que arrastra las lesiones de Leo Franco, Luccin, Maxi, Galletti y Kezman. Mal panorama para enfrentarse a una afición que ya no se cree que la culpa sea siempre de Bianchi y mira con muy malos ojos a unos jugadores que cuya adhesión a la causa ha quedado en entredicho.

Esta horrible dinámica ha arrastrado hasta a Torres y Pablo, los dos puntales inalterables de este equipo. Ellos no están bajo sospecha, pero es difícil seguir peleando mientras a tu alrededor todo el mundo silba. Por eso, dando por hecha su resurrección, las opciones atléticas pasan por Ibagaza y Petrov, que un día son el doctor Jekyll y al siguiente mister Hyde. Un tiro al aire.

Mundos opuestos. Mientras en Madrid diluvia, el Zaragoza llega con una sonrisa. Sólo la ausencia de Savio le ha alterado mínimamente el gesto, pero disfruta del estado de gracia de Ewerthon y Diego Milito, dos fichajes de gran nivel ya plenamente aclimatados al equipo. El brasileño es pura velocidad y, a su lado, el argentino pone cuerpo, inteligencia y gol. Una estupenda delantera para asustar a un rival con mandíbula de cristal. Un golpe puede bastarle a los de Víctor.

Por detrás, otras dos parejas interesantes: por sus pasados, Movilla y Celades en el doble pivote y, por su solvencia, Gaby Milito y Álvaro en la defensa. En realidad, el Zaragoza es muy sólido y dará su nivel habitual. Lo demás queda en manos del Atleti, al que la Copa le otorga una última oportunidad para decidir si sigue de paseo o, de una vez, olvida sus eternas excusas de equipo perdedor.

Bianchi machacó a la plantilla con otra doble sesión

Carlos Bianchi no aflojó el pistón en el día de ayer y sus jugadores volvieron a ejercitarse por partida doble. Por la mañana el Virrey trabajó durante dos horas, la última media dedicada a trabajo táctico y jugadas de estrategia. Por la tarde, los jugadores hicieron ejercicios más suaves para no cargar las piernas para el partido de hoy. En total durante estos tres días que llevan en Las Rozas, los jugadores acumulan diez horas de entrenamiento en el césped, más alrededor de otra hora en el gimnasio. El Virrey dejará de descanso la mañana de hoy aunque el equipo no saldrá de Las Rozas. La plantilla podrá volver a sus domicilios tras el encuentro y mañana se entrenará en Majadahonda. Al día siguiente volverá a quedarse concentrada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Bianchi ha vuelto de vacaciones con la intención de que sus hombres no piensen en otra cosa que en fútbol.