Gabriel aterriza lanzado: "Quiero jugar en Sevilla"

Gabriel Rodrigues aterrizó a mediodía en el aeropuerto de Málaga como todo buen brasileño: acompañado de un numeroso séquito y con el gesto de dedos que ha hecho universal Ronaldinho. "Estoy muy feliz por jugar en el Málaga". Fue lo primero que acertó a decir e castellano correcto. Al contrario que Ricardo Bóvio, aislado de la prensa por el club el día de su llegada, Gabriel tuvo libertad para hablar y hacer una declaración de intenciones inmediata: "Hablaré con el técnico para jugar el domingo ante el Sevilla. Tengo muchas ganas". El lateral procedente del Fluminense, internacional absoluto por Brasil siguiendo la estela de su padre, Vladimir Rodrigues, admitió que "llevo 25 días parado", pero que está en buena condición. Será presentado hoy a las 12:30 horas.

En vez de mostrarse cansado por el viaje, Gabriel mostró desde el principio su disposición para entrenarse. De hecho lo hizo por la tarde a las órdenes de Antonio Tapia. Uno de sus agentes, José Plaza, confirmó que todos los documentos habían sido firmados y que Gabriel podría considerarse ya jugador del Málaga de pleno derecho. Ahora sólo hace falta que la Federación Española reciba el tránsfer de la Confederación Brasileña para que Gabriel reúna todos los requisitos para jugar el domingo en el Pizjuán y pueda así medirse a Daniel Alves. Gabriel tendrá un amistoso, el de mañana ante Angola, para demostrarle al entrenador del Málaga que ya tiene un sitio en el once para jugar en Sevilla. Tapia sabe que es muy difícil que las nuevas incorporaciones estén listas para disputar los 90 minutos, aunque quiere comprobarlo en directo en el choque ante los angoleños. Eso sí, como dice el propio Tapia, "hay que verlos en competición".