Ascanio deja la entidad sin cumplir sus promesas

El Tenerife vive una crisis institucional de tamaño considerable. La dimisión de Víctor Pérez Ascanio y todo el Consejo de Administración, así como del técnico Antonio López, tras la derrota del pasado martes ante el Ferrol, ha generado una gran incertidumbre y ha dejado muchísimas incógnitas en el aire, que tendrán que irse despejando poco a poco.

De momento, el Consejo, por motivos legales, tendrá que mantenerse hasta la Junta General Ordinaria, que se celebrará con fechas de 25 y 26 de enero en primera y segunda convocatoria, según ha aparecido ya reflejado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME). Lo que ocurre es que en el orden del día de dicha Junta no se habla del relevo. No obstante, existe un apartado en el que los accionistas que representen al menos el cinco por ciento del capital social podrán solicitar que se publique un complemento incluyendo uno o más puntos en el orden del día y ahí es donde podría aparecer el relevo del Consejo.

Mal bagaje. Lo que no tiene marcha atrás es la dimisión de Víctor Pérez Ascanio, que se convirtió en presidente en diciembre de 2002, con un montón de promesas para mejorar el club que nunca llegó a cumplir. Llegó aspirando a llenar el Heliodoro, a lograr el ascenso a Primera, categoría "que nunca debió dejar este equipo", según pregonó, y también se llenó la boca de predicar cuidado supremo a la cantera y austeridad financiera. Lejos de ello, el Tenerife ha ido a peor en el apartado económico y deportivo, además de generar una enorme desilusión entre los aficionados, que cada vez acuden en menor medida al Heliodoro Rodríguez López. La marcha de Ascanio va acompañada por la del resto de consejeros, es decir, el vicepresidente Antonio Trujillo Semán, el secretario del consejo Fernando Díaz Llanos, la portavoz María del Carmen Saavedra y los consejeros Frank Tolle, José Vicente Magdaleno, José Luis González Arteaga y Mercedes Hernández. Además, también abandonará el club el asesor deportivo, Olaf Bonales.

Eso sí, antes de irse habrá que decidir varias cosas, como por ejemplo quién se hace cargo de entrenar al equipo a partir del 2 de enero, día en que vuelven al trabajo, o quién se sienta en el banquillo en el próximo compromiso que hay que afrontar ante el Elche.