Primera | Mallorca 2 - Atlético de Madrid 2
El Atleti es un mal chiste
El Mallorca levantó un 0-2 con dos goles de Iuliano.
Qué les cuento está vez? Que el Atlético es una parodia de sí mismo, que cada partido suyo parece uno de esos malos guiones de Hollywood, en los que se encadenan tópicos y giros inverosímiles hasta dar lugar a un desenlace tan absurdo como increíble. Pero en el caso de los de Bianchi es dolorosamente real.
El Atlético comenzó jugando muy bien y en el minuto 13 ganaba 0-2 a un Mallorca que no se enteraba, pero todo el mundo esperaba un enésimo salto mortal hasta el ridículo. Este equipo se ha convertido en un mal chiste y, por supuesto, no decepcionó a sus fieles. De nada sirvió la cantada de Prats, tras una buena jugada de Petrov, que permitió a Maxi marcar a los 52 segundos. Fue inútil el genial regate de tacón a Iuliano de Torres, que luego se la puso de maravilla a Colsa para el 0-2. Tras ese gol empezó el sinsentido del Lepe del fútbol.
El show.
Primer chiste: el juego aéreo de la defensa de Bianchi. En el minuto 20, Farinós lanzó un córner y allí saltaron sin sentido varios atléticos, peinó Pereyra y cabeceó a gol Iuliano. Lo más cerca que estuvo la zaga de la pelota fue cuando Pablo despejó la cara del italiano en vez del balón. Con el 1-2 el Atleti comenzó a temblar como un mal estudiante en Selectividad y el Mallorca, más que creer, supo que iba a empatar.
Desde el 1-2 hasta el minuto 70, no pasó nada. Todos parecían esperar el número final. Las últimas esperanzas visitantes se fueron en 180 segundos con una magnífica volea de Torres que sacó Prats y un mano a mano fallado por Petrov. En el rechace de esa jugada volvió el espectáculo con una contra que provocó la roja a Falcón.
Segundo chiste: cosas que sólo puede hacer el Atleti. Leo Franco apura para recuperarse de una lesión y entra en la lista. Ya en Mallorca deciden que no está bien y juega Falcón, dejando en el banquillo a un portero lesionado. Como no podía ser de otra forma, expulsan al titular y sale el cojo. No tuvo culpa en el 2-2, pero el tema es esperpéntico.
Tercer chiste: el verdugo inesperado. Otro córner, más rechaces y de nuevo Iuliano a gol. En 16 temporadas, el central italiano llevaba once goles, nunca más de dos en una Liga. Sobran las palabras. Por cierto, marcó en el 85' para recordar que su rival, con ventaja en los últimos minutos, es el equipo más blando del mundo.
Y así acabó la película. En Blade Runner, el agonizante replicante Roy pronuncia unas maravillosas últimas palabras: "He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". Vale, pero él no se creería el Atleti.