Primera | Atlético de Madrid - Alavés
El Calderón mira a Torres
Ibagaza y Gabi le escoltarán ante un Alavés nervioso.
Está bien culpar a Bianchi, a sus cambios sin utilizar, a sus dudas en el centro del campo y a su eterna búsqueda aún sin resultados. Es justo señalar a Petrov, reseñar que ha ido de más a menos y que tras tanto gesto efectista se escondía menos sustancia de la esperada. Hoy será suplente con justicia. Tampoco se equivoca la afición indignándose con los árbitros, con los catorce puntos que han volado por sus errores y con las prolongaciones eternas. Pero, sinceramente, ha llegado la hora de hacerse la pregunta fundamental para explicar esta horrible racha del Atlético, que acumula cinco partidos sin ganar antes de recibir hoy al frágil Alavés de Piterman: ¿dónde está Fernando Torres?
El Niño no marca desde el 2 de octubre, en Málaga, y sólo lleva tres goles, la peor marca de su carrera a estas alturas. Se le ve incómodo con el sistema de Bianchi, poco participativo tan alejado de la portería. No jugó en San Mamés, sancionado, y hoy regresa al once, como Pablo, Antonio López y Luccin. El Calderón estará muy pendiente de él, aunque es de esperar que la afición no se impaciente y olvide quién ha sostenido a este equipo durante los últimos tres años.
Bianchi, consciente de que su futuro pasa por la resurrección de su mejor jugador, vuelve a darle los galones creativos a Ibagaza, el mejor socio de Torres, y a Gabi. Al menos habrá pasadores. También habrá que fijarse en Falcón, de nuevo titular, que tan buenas sensaciones dejó en Bilbao.
Lío en Vitoria.
El rival parece propicio para que el Atlético remonte el vuelo. El Alavés está pagando los delirios de grandeza de su propietario, Dimitri Piterman, que piensa que manejar un equipo de verdad es igual que en el PC Fútbol. Los golpes han ido moderando sus descabellados planteamientos ofensivos, aunque sigue siendo el segundo equipo más goleado de Primera. Tiene un buen portero, Costanzo, y un notable atacante, Nené. El resto no funciona y la sombra del descenso, unida a su absurda ley del silencio hacia los medios, tiene a la afición vitoriana en pie de guerra. Los sentimientos no se compran tan fácilmente.
Ramírez Domínguez, en el ojo del huracán
Los incidentes de San Mamés, donde el Athletic empató fuera de tiempo porque González Vázquez decidió añadir más debido al lanzamiento de un petardo, han colmado la paciencia del Atlético. Tanto los dirigentes como los jugadores han manifestado su malestar con el colectivo arbitral, cuyos errores han costado catorce puntos. Pero la más contundente fue la Agrupación de Peñas, que anunció protestas. El que tendrá que lidiar hoy con un Calderón indignado será Ramírez Domínguez, curiosamente, el colegiado del Racing-Atlético, único partido de los rojiblancos donde no se produjeron acciones polémicas. En cualquier caso, la grada le examinará con lupa.