Los 732 eurodiputados firman contra el racismo

El grupo socialista del Parlamento Europeo ha promovido un texto que han firmado la mayoría de los 732 eurodiputados exigiendo a la UEFA y a la FIFA "que actuen con mayor dureza y celeridad contra las manifestaciones racistas en los estadios de fútbol".

El texto de la propuesta, que ha sido redactado por la eurodiputada socialista Emine Bozkurt y promovido por los también parlamentarios Claude Moraes, Chris Heaton-Harris, Alexander Nuno Alvaro y Cem Ozdemir, este último de los verdes, será tramitada como moción en la cámara comunitaria. Se establece que los castigos en casos de manifestaciones racistas graves "deben ser ejemplares" y se propone que entre ellos estén el cierre de los estadios y la multa a los clubes en los que se produzcan estos hechos. El Parlamento Europeo pide, además, mayores atribuciones para los árbitros, "incluso la posibilidad de dar por terminados los partidos en los que haya manifestaciones racistas de cualquier tipo, bien por cánticos desde la grada y también por pancartas". Las manifestaciones racistas en el estadio de San Siro contra Marc Zoro han sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los eurodiputados, que consideran que "el fútbol es una de las manifestaciones deportivas de mayor incidencia social" y que no se pueden pasar por alto incidentes de esa gravedad "que pueden saltar a las calles a la mínima". Creen que hay que arreglar el problema de raíz. La eurodiputada Bozkurt calificó de "ensañamiento" los insultos sufridos por Zoro y defendió la postura del jugador de pedir respeto o dejar el partido.

Esos incidentes han causado que la Federación Italiana (FIGC) haya propuesto que los partidos de esta semana se inicien con cinco minutos de retraso como protesta contra los racistas y los violentos. La FIGC ha cursado órdenes a sus árbitros para que "impidan de todo punto las manifestaciones racistas".

Zoro: "El fútbol no es la guerra"

Estoy satisfecho por la iniciativa del Parlamento Europeo porque hay que acabar con el racismo. Llevo muchos años sufriéndolo, pero lo de San Siro traspasó todos los límites. Fue un insulto constante y grave, y me harté. Agradezco también el apoyo de mis compañeros y el de la gente que va al fútbol a divertirse y no a la guerra".