Los suplentes del Xerez ponen a prueba a Víctor

Jerez se antoja buen destino para una depresión, pero seguro que el Zaragoza no piensa lo mismo. En medio de la tormenta creciente, con Víctor Muñoz recién ratificado por Alfonso Soláns, el conjunto aragonés pone a prueba en su torneo preferido lo que le queda de entereza. Lo hará frente a un equipo que marcha a toda vela en Segunda: el Xerez suma doce partidos sin derrota, aunque Lucas Alcaraz ya ha advertido que mantiene un ojo puesto en el compromiso del sábado en Ferrol y que reservará jugadores.

Así, este partido es una batalla incómoda para los dos. Si ordenarámos el fútbol nacional en un solo bloque y en dirección vertical, ahora mismo sólo cinco puestos separarían al Xerez y el Zaragoza. Eso, y más en la Copa, es papel mojado. Alcaraz va a reservar futbolistas. Y Víctor Muñoz se ve obligado a ganar el partido por múltiples razones. Por supervivencia, desde luego. También por historia, por prestigio, por buscar un rearme moral de su plantilla. Por sí mismo, aunque donde de verdad se la juega es el domingo en Cádiz, ahí cerquita.

Su última bengala es un cambio de sistema y restaurar a Leo Ponzio como jefe del medio campo. Lo demás es confianza y esperar que el Zaragoza imponga su calidad. O el orgullo reunido en dos meses penosos. Es su única posibilidad. Mañana ya será tarde.

No juega en el medio hace 14 meses

Leo Ponzio llegó al Zaragoza como medio centro hace tres años desde Newell's, pero hace ya 14 meses que no juega en ese puesto en el Zaragoza. Desde la llegada de Víctor Muñoz y Movilla, dos temporadas atrás, el técnico lo ha reconvertido en lateral. Ponzio ha cumplido y se ha impuesto como titular en esa posición, en la que ya había jugado de forma ocasional con Argentina, pero la crisis del Zaragoza obliga a Víctor a buscar alternativas. Así que, ante la baja de Movilla y el estado de Zapater, Celades y Generelo, el cinco argentino volverá a llevar esta noche los galones en Chapín.