Sin moral con el Alcoyano

Nervios en el Atlético, lo cual es como decir frío en invierno. Pasa el tiempo y, año tras año, sucede lo mismo a estas alturas de la temporada: tensión, decepción liguera y la Copa como vía de escape. Esta vez, el entrenador en el perpetuo ojo del huracán rojiblanco es Bianchi. Tiene crédito, pero la rumorología ha empezado. Un fracaso ante el Alcoyano, de Segunda B, convertiría los susurros en voces.

En frente tendrá un rival con historia y peligro. Cuenta la leyenda que aquello de más moral que el Alcoyano nació en 1946, cuando necesitaba ganar en Mestalla en la última jornada de Liga para no descender. Perdía 5-0 y a falta de diez minutos marcó un gol, sus jugadores se empezaron a animar como si el milagro fuera posible. Perdieron 6-1. Si hubieran jugado contra este Atleti, lo mismo remontan.

Trampas. Olvidando la mitología, el Alcoyano esconde armas más reales. En la pasada eliminatoria, el Mallorca se llevó cuatro de El Collao, tres de ellos en jugadas de estrategia, su punto fuerte. Con un campo muy estrecho, defensa de cinco y un entrenador que utiliza muy bien la pizarra, el Atlético sin Pablo, su único valladar aéreo, puede sufrir en cada balón parado.

Parece que Bianchi llevará a cabo el anunciado cambio de sistema, aunque es probable que ni él mismo lo sepa aún. Ibagaza apunta al once titular, lo que dejaría a Torres como referencia ofensiva y colocaría tras el argentino a la guardia pretoriana formada por Luccin, Gabi y Zahínos. Kezman, Maxi y Petrov aguardarán turno en el banquillo, por si la cosa se pone fea. Y, a partido único ante un rival muy físico, lo más probable es que se ponga.

A no ser que resucite Torres, que con Ibagaza en el campo al menos tiene un pasador. Curioso que, después de tantas vueltas, el equipo tenga que volver a encomendarse a la misma pareja de los dos últimos años. Los designios del Atlético son inescrutables.

En resumen, ¿qué veremos hoy? Por parte del Alcoyano está claro: defensa sólida, juego muy físico y la estrategia como principal peligro. En cuanto al Atlético, creo que saldrán once. Y a partir de ahí, todo es posible. Lo que sí sé es lo que pasará si pierde. Y no es agradable. El proyecto Bianchi pasa una prueba de fuego.