NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Primera | Málaga

Tapia: "En defensa estamos desajustados"

Los tres goles de Getafe constatan una realidad. El Málaga se está dejando llevar en defensa por una ligereza peligrosa. Datos: la temporada pasada, con Tapia en el banquillo, encajó un gol por partido. Este curso la media es de 1,38. El técnico quiere poner freno a esa dinámica. Desde ya.

<b>EXIGENTE. </b>Antonio Tapia, ayer en el entrenamiento del Málaga.
mariano pozo

Hay un dato que martillea la conciencia del perfeccionista Antonio Tapia. El Málaga encaja esta temporada 1,38 goles por partido. Los números blanquiazules la temporada pasada (con el de Baena en el banquillo) eran mucho mejores: un gol encajado por partido. El aumento, muy considerable, ha puesto en guardia al técnico, que ayer admitió a AS que hay cosas que mejorar. "En defensa quizá estamos un poco desajustados en algunas jugadas puntuales y esto nos lleva a que el número de goles sea mayor al del año pasado". A la luz pública, Tapia se muestra comedido, pero ayer encerró a sus jugadores una hora en el vestuario para ver el vídeo del partido y pedir que no se vuelvan a repetir jugadas como la del primer gol, en la que la zaga permita dos remates consecutivos dentro del área. Como la del segundo, en la que Gerardo no tapó correctamente la entrada de Güiza. O la del tercero, cuando Anderson dejó que Paunovic penetrase con facilidad. Además, Tapia también explica los goles encajados por las alegrías que se está concediendo el equipo: "Llegan más goles porque estamos generando más ocasiones de gol. Creo que esta es la clave. El equipo tiene las ideas cada vez más claras en ataque y nos vamos hacia arriba. Básicamente esta es la razón. No es una cuestión de valentía, sino de tener alternativas ofensivas que hacen que nos vayamos hacia arriba. Nacho es un jugador que ha estado dos años conmigo, Edgar ya tiene los conceptos claros del año pasado, Rodríguez también lleva bastante tiempo con nosotros y en esta temporada el sistema ofensivo del equipo ha ido creciendo a medida que han ido pasando los encuentros. De hecho ayer, además de hacer dos goles tuvimos tres ocasiones muy claras".

Reminiscencias.

Hay otro asunto que tiene ligeramente preocupado a Tapia por esos 18 goles encajados. Que no acaba de dar con el pivote defensivo fiable que estabilice al equipo. No es la posición ideal de Gerardo, a Rodríguez le gusta más la vocación ofensiva y Anderson tiene todavía que adaptarse. Se añora a Romero, lesionado y, un poco más lejos, a Juanito, que tenía un rol fundamental en la estructura defensiva del Málaga: "El bloque defensivo era distinto, las características de los jugadores del bloque del año pasado son distintas. Lo cierto es que, aparte del último partido en el que hemos encajado tres goles, y si se analizan los goles, muchos de ellos fueron de rebote. El equipo ya venía teniendo una tónica defensiva muy buena en el último tramo. El Barcelona sólo nos hizo dos y uno de penalti. Creo que estamos en una línea muy buena, aunque el domingo nos rompió un poquito la media en el apartado defensivo. Buscamos ese equilibrio que nos permita ser un equipo con capacidad goleadora y sólido en defensa".

Tapia quiere que sus jugadores recuperen de forma urgente la solidez en defensa porque ese es el valor que ha llevado arriba al Málaga. Otra cosa que no olvida el técnico son los errores arbitrales. Pero como siempre, manda el señorío: "El tema arbitral es para respetarlo siempre. A lo largo del campeonato te dan y te quitan. Tenemos que centrarnos en lo nuestro".

Juanito: el ideal juega en Vitoria

Muchos echan en falta ahora a Juanito. Antonio Tapia encontró en el canterano el stopper ideal en el último tercio de la pasada temporada. Sin embargo, el Málaga no peleó por su renovación y Juanito acabó en el Alavés. Hoy tendría un puesto fijo.

Romero se echa de menos

Es vox populi que Tapia admira el juego de Romero. Es lógico que le esté echando de menos en estos momentos de la temporada, aunque tampoco se pone a llorar por su ausencia: "Echo en falta tiempo para poder acoplar a los jugadores. Cuando cambio a uno, tengo que acoplar a los jugadores".