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"El que no cambia es un imbécil"

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Ha llegado el momento del cambio en el Atlético. A su entrenador, Carlos Bianchi, no le convence cómo juega el equipo y cree que ha llegado la hora de modificar el sistema. Quienes se asombran por estas declaraciones del preparador es porque quizá no han seguido su trayectoria profesional y vital. Bianchi es un técnico listo, que defiende hasta el final a los futbolistas comprometidos, respetuoso con todos, incluso con los que le atacan, al que no le gusta ser esclavo de sus palabras, de ahí quizá su alergia a las entrevistas, y que tiene muy claros los conceptos con los que debe manejarse en un banquillo. Por eso, cuando algo no funciona no duda en cambiarlo, sin que ello deba ser entendido como una traición a sus ideas. Nada de eso va con Bianchi.

"- Carlos, habiendo sido usted un goleador, un jugador de ataque, ¿no le parece contradictorio que mande a cuidar el resultado del partido en los últimos minutos?"

"- No, en el fútbol todos juegan para ganar. Si uno lo hace convincentemente, mejor. Pero lo importante, no lo único, es el resultado. Además, el que no cambia es un imbécil".

Este diálogo es el fragmento de una de las numerosas conferencias de prensa que ofreció Bianchi en Argentina y aparece recogido en el libro Carlos Bianchi, el último Virrey, escrito por Miguel Ángel Rubio, uno de los periodistas argentinos que mejor conoce a Bianchi y con el que mantiene una estrecha amistad.

"El que no cambia es un imbécil" se ha convertido en una de las frases favoritas de Bianchi, un hombre orgulloso, pero con el criterio suficiente para variar el rumbo de la nave cuando ésta no sigue la ruta que él desea. Y lo hace con absoluta naturalidad, porque es uno de esos técnicos que no se dan importancia, de los que defiende a los futbolistas cuando hay problemas y de los que dan un paso a un costado para dejar que sean los jugadores los protagonistas en los festejos.

"A esto no hay que darle demasiadas vueltas. El fútbol es más sencillo de lo que parece. Somos nosotros, los técnicos, los que lo complicamos", le dijo también Bianchi a Rubio. Y en eso está ahora, en no complicar el juego del Atlético y en conseguir que se caracterice por el orden y la sencillez, las dos principales virtudes que destacó una vez César Luis Menotti de Bianchi. "A mí me gustaron esas dos palabras. Especialmente porque describen cómo soy yo".