El Betis se despide de la Champions

El Betis pinchó en el 'partido más importante de su vida', como había calificado Joaquín al duelo frente al Liverpool. Y lo peor es que sus determinantes bajas en ataque le privaron incluso de la posibilidad de afrontar el encuentro con las mínimas garantías, con posibilidades reales de mantener el sueño europeo. El Chelsea hizo el resto en Bélgica y vengó la incómoda derrota del Ruiz de Lopera.

El Betis saltó con la mejor actitud al césped del mítico estadio de Anfield. Ninguna pega puede ponérsele en ese sentido a los de Serra Ferrer, que durante veinte minutos dieron la impresión de tener el partido controlado y soñaron con poder repetir la hazaña de Sevilla frente al Chelsea. Arzu, un gran Rivera –Abramovich ya se lo pidió a Lopera- y Assunçao manejaban el balón con velocidad y se llevaban todos los rechaces. Pero el juego bético se cortocircuitaba en los tres cuartos de campo, donde se echaba en exceso en falta la figura de un nueve nato. Fernando y Xisco no veían el balón y el aficionado, como suele ser habitual, volvía a acordarse de Oliveira y Dani. Un escorado disparo al lateral de la red de Xisco fue la escasa aportación ofensiva del conjunto verdiblanco.

La falta de dinamita del Betis acabó dando alas al Liverpool, que se metió en el partido 'a la inglesa', presionando en el centro del campo y colgando balones al área sobre Crouch. Hasta cuatro ocasiones claras en cinco minutos desperdició el gigante inglés antes del paso por vestuarios.

Pese a los 1.800 aficionados béticos que se desplazaron a la ciudad que vio nacer a los ‘Beatles’, Anfield apretó e insufló aire a los suyos en la segunda mitad, que arrancó con dos grandes ocasiones de los vigentes campeones de Europa. La primera de Morientes, desbaratada por Rivas, y tras una asistencia con el pecho de Gerrard; en la segunda Crouch no llegó a rematar gracias a la puntera oportuna de Óscar López.

Y no cambió el guión de la película. El Liverpool exhibió sus habituales dificultades para generar juego y ocasiones, pero aún así protagonizó la inmensa mayoría de los remates a puerta. El Betis intentaba sin éxito alejarse de la Copa de la UEFA, a la que poco a poco iba quedando condenado con la victoria del Chelsea ante el Anderlecht y su alarmante falta de remate. En Europa y ante el vigente campeón, el Betis se deshizo como un azucarillo en café caliente. Acabó sin balón, sin ideas y persiguiendo sombras. Y para colmo de males Serra Ferrer no se decidió nunca a dar entrada a Edu.

Doblas se quedó sin cesta de Navidad

El partido no dio para más, salvo para contar los innumerables remates desviados del desafortunado Crouch, que fiel a su incómoda fama –la presión que debe soportar en cada partido sigue aumentando-, continuó evidenciando la falta de puntería que ha llevado al diario británico ‘The Sun’ a ofrecer una suculenta caja de champagne al guardameta que encaje el primer gol del delgaducho y desgarbado delantero inglés. El Betis se despidió de la Champions con un meritorio empate, pero el bueno de Doblas se quedó sin tan generosa cesta de Navidad.