Bianchi experimenta

Partido rarito para el Atlético en Balaídos. El affaire Kezman le ha facilitado a Bianchi concretar algo que ya tenía en mente: revolucionar el equipo y no contar ni con el serbio ni con Petrov. Así podrá recuperar ese trivote que tanto le gusta pero que ha tenido que sacrificar obligado por la realidad: en su plantilla abundan los buenos atacantes y faltan mediocentros. Torres volverá a los viejos tiempos en los que era el único delantero: él contra el mundo. El Niño gana esta batalla a menudo, pero es jugar con fuego. Debe de ser Galicia. Bianchi ya realizó este experimento en Riazor y salió escaldado, sin puntos, con varias estrellas mosqueadas y la afición de uñas. Nadie podrá discutirle la valentía, pero si no gana, su equipo se alejará de la zona noble.

Dos realidades. Mucho más tranquilo está el Celta, una de las más gratas sorpresas de la temporada. Los celestes son cuartos con ese juego elegante que es seña de identidad de este equipo desde hace una década. Parece mentira que sea un recién ascendido y no huele a flor de un día. Vázquez ha resucitado a varios jugadores, como Sergio, Jorge (que no podrá jugar por una cláusula en su cesión por el Atlético) o Canobbio. Para darle brillo al sólido bloque están Silva, una auténtica joya, y Baiano, un punta llamado a acabar en un grande.

Se enfrentan un equipo que se ha encontrado a sí mismo en dos días y otro que lleva más de diez años buscándose. El Celta sale igual en el Bernabéu (donde ganó) que en un entrenamiento. El Atlético es como un huevo Kinder: cada día una sorpresa. Bianchi anda con las probetas a ver qué sale: puede descubrir la piedra filosofal o provocar una explosión que vuele el estadio. Doble o nada. Veremos.

El Atlético no pierde en Balaídos desde 1994

La última vez que el Atlético perdió en Balaídos fue el 22 de octubre de 1994, con un gol de Sebastián Losada. Desde entonces ha sumado tres victorias (en las campañas 1995-96, 1998-99 y 1999-2000 con 0-3, 0-1 y 0-1 respectivamente) y cuatro empates (1996-97, 1997-98, 2002-03 y 2003-04 con 1-1, 1-1, 0-0 y 2-2). El último encuentro liguero terminó con empate a dos con el francés Peter Luccin y el argentino Matías Lequi como autores de uno de los tantos de sus respectivos equipos, que entonces eran el Celta y el Atlético. Hoy ambos jugadores visten la camiseta contraria a la que llevaban en el último enfrentamiento entre celestes y rojiblancos y vivirán un encuentro más especial que sus compañeros. Luccin ya ha declarado que si hoy marca en el partido de Balaídos, no celebrará el tanto.