El homenaje a Ormaetxea llenó de emoción Anoeta

Una jornada más el conjunto de Amorrortu sigue sin poder dedicar una victoria a Ormaetxea. Pero el mejor homenaje al técnico de las dos Ligas realistas se lo brindó Anoeta en los minutos previos al choque. Diez minutos antes del comienzo del envite, sonó el himno txuri urdin, el público se levantó y los jugadores de ambos equipos campeones saltaron al campo y se colocaron en el círculo central. El homenaje iba a comenzar. Anoeta enmudeció y, cuando el primer jugador de las plantillas que dirigió Ormaetxea, asomó la cabeza el estadio fue un clamor. Arconada, Celayeta, López Ufarte, Górriz, Periko Alonso, Zamora, Diego, Idigoras, Bakero, Arzak, Martínez, Urreisti... uno a uno los héroes de las Ligas y del ascenso a Puertollano se dirigieron hacia el centro de campo. El público, en pie. Anoeta viajó hasta los años de Atocha para homenajear a Ormaetxea. Un nudo en la garganta. Para entonces ya habían conquistado, otra vez, a los aficionados realistas. En el centro de campo, todos abrazados.

Nuevo silencio. Y la banda municipal de txistularis interpretó el himno de la Real. El público en pie, emocionado. El video marcador mostraba imágenes del homenajeado: con las copas ganadas, en plena faena y, en todas las fotos, una imagen: su rostro tranquilo. Celia, su mujer no podía contener las lágrimas. Lloraba a su marido, como lo hacía Anoeta, como lo hacían sus pupilos. Y en el minuto de silencio, gratitud. Simplemente. Ahí acabó todo. Simple, pero emotivo. ¿Acaso esperaban más? Ormaetxea, un hombre tranquilo, poco amigo de los alardes, no lo hubiera permitido.