El hermano de Mazzola denuncia el dopaje del Gran Inter de los años 60

El Testigo Incómodo, libro de Ferruccio Mazzola publicado en octubre de 2004, ha vuelto súbitamente a poner en el candelero las presuntas prácticas dopantes en el Calcio. Ferruccio, el Mazzola pequeño, denuncia las prácticas dopantes que llevaba a cabo Helenio Herrera, el gran HH, durante sus ocho campañas como entrenador del club nerazzurro, tiempo en el que los interistas conquistaron dos Copas de Europa, dos Intercontinentales, tres Scudetti y una Coppa de Italia.

Las tesis publicadas por Ferruccio Mazzola en ese libro le llevarán en breve ante los Tribunales. Para el próximo 19 noviembre, aún sin fecha concreta, la Fiscalía de Roma tiene en agenda una vista oral para tratar de llegar a un acuerdo en la denuncia que interpuso el Inter contra su ex futbolista (porque Ferruccio jugó... un partido de Serie A defendiendo los colores del Inter).

La denuncia, aunque en nombre del Inter, fue interpuesta por Giacinto Facchetti, ex compañero de vestuario en el club nerazzurro y actual presidente del club. El motivo, por supuesto, difamación. Hace unos meses ya tuvo lugar una primera vista oral, aunque sin resultados: el polémico libro sigue a la venta y Ferruccio, vendiendo a los cuatro vientos sus acusaciones de dopaje contra su antiguo club en todas las televisiones, radios y revistas de su país.

Pero vayamos al grano. En Il Terzo Incomodo, su polémico libro, Ferruccio Mazzola asegura que Helenio Herrera se ganó el sobrenombre de El Mago por algo más que por sus dotes tácticas. "No sé exactamente qué le echaba al café que tomábamos los jugadores, pero creo que eran anfetaminas", dice en su autobiografía.

Pero aún va más allá. En una entrevista concedida al semanario L'Espresso y publicada hace quince días, Ferruccio aseguró que "los reservas tomábamos más pastillas porque Herrera hacía ensayos clínicos con nosotros. Por eso sufrimos más las consecuencias. Una vez, tras un Como-Inter en 1967, estuve tres días y tres noches en un estado de alucinación total, como si fuera un epiléptico", sentenció.

Lo que está claro es que HH, fallecido en 1997, ya no puede defenderse. Pero las sospechas, suceda lo que suceda en el juicio, seguirán ya ahí para siempre. No existen pruebas, por más que Ferruccio Mazzola lleva dos años buscándolas, aunque los datos son estremecedores: cinco ex interistas de aquella etapa muertos por cáncer y dos, enfermos.

Los afectados.

Armando Picchi, capitán del Gran Inter (en la imagen, junto a Gento), falleció a los 36 años por un tumor en la columna; Carlo Tagnin, otro habitual titular, murió aquejado de cáncer óseo; jugadores residuales como Marcello Giusti, Mauro Bicicli y Ferdinando Miniussi también sufrieron diversos tipos de cáncer hasta su fallecimiento; y Masiero y Longoni sufren raras enfermedades que en algunos círculos relacionan con el consumo abusivo de fármacos.

Con estos datos, y pese a que es imposible enjuiciar sin pruebas a un técnico ya fallecido y por un presunto delito cometido hace 40 años, el Gran Inter del Mago Herrera ya está emborronado.

De la final de 1964 ya faltan dos del Inter

El 27 de mayo de 1964, en el Prater de Viena, Real Madrid e Inter disputaban la final de la novena edición de la Copa de Europa. Por el Inter formaron, según aparecen en la fotografía sobre estas líneas y de izquierda a derecha, Sarti, Guarneri, Facchetti, Milani, Burgnich y Picchi (de pie); Jair, Luis Suárez, Sandro Mazzola, Tagnin y Corso (agachados). Por el Real Madrid jugaron Vicente, Isidro, Santamaría, Pachín, Muller y Zoco (arriba); Amancio, Felo, Di Stéfano, Puskas y Gento (abajo). El partido, y por tanto el título, fue ganado por el Inter, entrenado por Helenio Herrera. 1-3 para los italianos, con goles de Sandro Mazzola (dos) y Milani, mientras que Felo recortó para los madridistas. De esos dos onces, sólo hay dos fallecidos de los veintidós: Picchi y Tagnin. Sus muertes, por cáncer, son según Ferruccio Mazzola producto del dopaje al que obligaba HH.