Eto’o ya había sufrido suficiente con su selección la pasada semana y no estaba dispuesto a pasar por lo mismo con el Barcelona. Cuando miró al marcador y vio a su equipo por debajo sacó a relucir su carácter ganador, ese que le ha llevado a ser uno de los mejores delanteros del mundo y que olvidó en su última actuación con Camerún, y se decidió a dar la vuelta al resultado. Con lo que no contaba Eto’o era con que el Deportivo se iba a levantar cuando parecía sin fuerzas para empatar el encuentro en un final sorprendente, dada la desigualdad que se vio durante muchas fases del choque.

El camerunés primero empató con una brillante acción individual, en la que colaboró Deco con una pared, y celebró el gol como el Neng de Buenafuente. Poco después intervino de forma decisiva para que el balón llegara a Ronaldinho y éste, genial en esta jugada y ausente durante demasiados minutos, batiera a Molina.

Pero hasta llegar a ese punto el Barcelona, que cada día vive más de sus individualidades y menos de su fuerza como equipo, sufrió las acometidas de un Deportivo que jugó un fútbol interesante mientras supo acompañar su garra, excesiva por momentos, con ideas. Así llegó el gol de Valerón. Deco perdió en el centro del campo un balón que llegó a Munitis, éste encaró a la defensa azulgrana, Undiano Mallenco concedió, con mucho acierto, la ley de la ventaja después de una falta a Munitis, y después de combinar con Tristán el cántabro disparó al palo. Valerón aprovechó el rechace y la pasividad de sus rivales, sobre todo de Belletti, para marcar.

La alegría le duró al Deportivo el tiempo que se mantuvo Jorge Andrade en el campo. El central portugués se retiró lesionado y la defensa local se quedó sin nadie capaz de sujetar a Eto’o. El camerunés se sintió liberado y comenzó a disfrutar del partido en la misma media que sufría Coloccini, al que la última hora se le debió hacer eterna.

Penalti dudoso

Los mejores momentos del Barcelona llegaron después de la reanudación, cuando quiso parecerse al equipo de la pasada campaña y la velocidad de Eto’o se vio reforzada con la magia de Ronaldinho. Si ellos dos están centrados y metidos en el encuentro es difícil que el Barça pierda. Y para que no faltara nada Undiano señaló un dudoso penalti de Molina a Deco. Fue de lo poco productivo de Deco en ataque. El guardameta decidió situarse antes del lanzamiento junto a su palo derecho y dejó casi toda la portería libre. Ronaldinho marcó con facilidad y ahí pareció acabarse el choque.

Sin embargo, Munitis aún reclamó su protagonismo en este partido emocionante y atractivo. Cuando más hundido parecía el Deportivo, Munitis aprovechó el vacío dejado por Sylvinho en la banda izquierda para llegar hasta el borde del área y batir por la escuadra, con un zurdazo preciso, a un sorprendido Valdés.

El conjunto que entrena Joaquín Caparrós recuperó la ilusión y al Barcelona le entraron las dudas. Se dejó comer el terreno y permitió que el Dépor empatara. El canadiense De Guzmán se deshizo de cuantos rivales le salieron al paso, el balón llegó al uruguayo Taborda que disparó al palo y el rechace le llegó a Rubén para que equilibrara, ya de forma definitiva, el resultado. El Deportivo tiró a portería tres veces en el segundo tiempo. Los dos goles y el tiro al palo de Taborda.