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Segunda B | Encierro del Algeciras

120.000 euros para acabar con un encierro

La plantilla lleva toda una temporada sin cobrar con normalidad.

Á. Rivero
<b>NO FALTA NI UNO. </b>Toda la plantilla del Algeciras se encuentra encerrada en los vestuarios del Nuevo Mirador esperando que se solucione su situación cuanto antes.

El Algeciras, desde el domingo colista del grupo IV de la Segunda B, cumplió ayer una semana completa de encierro. Sólo han salido de la humedad y de los mosquitos del Nuevo Mirador por 48 horas. El viaje hacia Cuenca se saldó con derrota y con un pómulo partido, el del meta Félix, al que los compañeros obligaron ayer a salirse de la rutina del vestuario para descansar en una cama como Dios manda. Si suman, verán que llevan juntos más de 180 horas. En ellas, han dormido poco y mal. Con colchonetas tiradas por los vestuarios. Son 32 personas, en una plantilla de 23 años de media. También está el entrenador, Cristóbal Torres 'Tobali'. Todo se podría solucionar con 120.000 euros. Lo correspondiente a dos nóminas de los jugadores y el cuerpo técnico de las plantillas de primer y segundo equipo, más personal deportivo.

Pero esto sólo taparía parcialmente el problema. El club está herido de muerte, y hay que reflotarlo. Se habla de 609.000 euros de deuda global. Ya en verano hubo denuncias ante la AFE, que se saldaron con pagarés. Pero muchos de ellos no se han resuelto, y lo más normal es que de nuevo se presenten cuando llegue el momento, allá por el mes de junio de 2006. Pero claro, antes de que eso suceda, la nueva junta gestora, dirigida por Bernardo Martín, está buscando a marchas forzadas nuevas soluciones. Lo primero, sacar a los chicos del vestuario. Y después, hacer que el Algeciras vuelva a ser viable, y si es posible, devolviéndolo a la Segunda División.

Los profesionales mantienen el encierro y denuncian falta de transparencia. El descenso hace dos temporadas a la división de bronce se tradujo en pérdidas. Bernardo Martín, hasta entonces presidente asesorado en lo deportivo por un grupo llamado G2, integrado por Ricardo Albis y Paco Flores, abandonó la nave después de que saliese elegido, tras elecciones, José María Núñez. Pero este presidente sólo duró seis meses. La entrada de la última junta gestora, dirigida por José Luis Navarro, resultó nefasta. El concepto nómina desapareció de la rutina. Se fue pagando en pequeños plazos, hasta llegar a la situación actual. Se ha llenado el vaso, y los futbolistas no aguantan más.